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La recuperación de una actividad económica clave para la región

Un viaje por Asturias para celebrar el trabajo

Muchos turistas son personas que acaban de salir del paro "Antes iban al menú y ahora a la carta", dicen algunos hosteleros

Un viaje por Asturias para celebrar el trabajo MARÍA GÓMEZ

"Hace unos meses encontré trabajo en una consultoría, por lo que nos hemos podido permitir unas vacaciones", comenta la madrileña Irene Gómez, mientras pasea por la ovetense plaza de la Escandalera junto a su pareja, David Oporto. Están veraneando durante una semana en Candás y aprovechan el día para visitar la capital del Principado. Un viaje que, en años anteriores, no podían realizar: "Otros veranos nos teníamos que ir a la casa de un familiar en Galicia, porque no teníamos dinero suficiente para el alojamiento", destacan.

La mejoría que presenta la economía española comienza a dejarse notar a la hora de planificar las ansiadas vacaciones veraniegas. Aunque la situación continúa siendo delicada, las expectativas para los próximos años provocan que el número de turistas esté aumentando en este 2015. Miguel Sáez recorre junto a su mujer y dos hijos el norte de España. "Desde hace dos años se nota que hay más tranquilidad, ya no existe esa incertidumbre que generaba la crisis", explica.

El patrón que se repite entre el turista que visita Asturias es el de mantener la duración de las vacaciones, pero aumentar el gasto. "Por suerte trabajamos los dos, las hipotecas se van acabando y se puede ahorrar un poco más", detallan Serafín Vázquez y Marta Lorenzo, que visitan Oviedo junto sus dos niños.

Pero, después de tantos años de crisis, el haberse quedado sin playa o montaña durante varios veranos provoca que se busquen otros métodos para salir de casa unos días. Miguel Armero y María Jesús Rivera vienen de Albacete y su alojamiento son las casas de los diferentes amigos que tienen por todo el país. Unas vacaciones más austeras: "Aunque a veces vamos de 'okupas' a los hogares de nuestros amigos, hay que tener calma ya que el dinero nos tiene que durar los doce días que dura el viaje", aseguran.

También es cierto que la época estival es en la que se mira menos al bolsillo. Pablo Pérez, un catalán aficionado a los Picos de Europa, visita por tercer año consecutivo la región junto a su novia. "Gastamos más por placer que por poder", reconoce.

Un mayor desembolso que los hosteleros comprueban en sus locales y terrazas, que presentan un aspecto mejor en comparación a veranos anteriores. "Junio, julio y agosto se van recuperando", destaca Sabino Pérez, uno de los dueños de los distintos restaurantes y sidrería de la calle Gascona de Oviedo. Además, en algunos casos este aumento de los clientes se traduce también en pedir un producto de mayor calidad. "El año pasado nos preguntaban más por el menú del día, ahora van directos a la carta", afirma Pérez. Sin embargo, a pocos metros, Toni Rodríguez regenta otro restaurante. Aunque admite que este mes de agosto supera registros de años anteriores, cree que los turistas nacionales y extranjeros siguen sin engordar la cuenta a la hora de comer. "El menú y las tapas típicas aún tienen mucho tirón", apunta.

Sea con servilleta de tela o de papel, el buen tiempo también ha ayudado a que los establecimientos se abarroten durante estas semana. Julio, uno de los más calurosos en la región desde que hay registros, ha servido para no dejar sólo a agosto como el mes impulsor de la hostelería asturiana. Este sol y temperaturas propias de otras zonas del territorio nacional han propiciado la afluencia de muchos turistas españoles. "Además de los extranjeros, tenemos muchísimos andaluces y madrileños", señala Carlos Carrillo, cuyo mismo restaurante en Gijón, supera con creces las cifras de veranos pasados. "Casi hemos duplicado los clientes respecto al año anterior", remata.

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