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La factura pendiente del Suroccidente

Concluir la autovía de La Espina y su conexión con la Transcantábrica en Valdés cuesta 285 millones de euros

La factura pendiente del Suroccidente

La conclusión de la Autovía del Suroccidente (A-63) y su posterior prolongación desde La Espina a Canero (Valdés), para conectar en la costa con la Transcantábrica, precisa de una inversión de 285 millones de euros. Ese es el coste de la actuación que, a juicio de los expertos, se convierte ahora en la gran prioridad de infraestructuras para Asturias -una vez completada la Autovía del Cantábrico y con la variante de Pajares en su última fase- junto a la extensión de esa misma A-63 hasta León, proyecto presupuestado en 686 millones de euros. En total, se necesitan 971 millones para completar la red viaria de alta capacidad del Principado.

La Autovía del Suroccidente se limita en la actualidad al trazado entre Latores (Oviedo) y Doriga (Salas). Más allá, los tramos Doriga-Cornellana y Cornellana-Salas permanecen sin apenas actividad desde 2010, afectados por los recortes aplicados ese año por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para tratar de contener el déficit público.

El grado de ejecución de estos dos lotes roza el 40% y, según el cronograma que maneja el Ministerio de Fomento, no estarán abiertos antes de 2019. Su coste global es de 145 millones de euros y quedan por invertir en torno a 92. El proyecto presupuestario para el ejercicio de 2016 les reserva una partida de 13,7 millones de euros, después de los 11,2 millones incluidos en las cuentas de 2015 no hayan servido, hasta la fecha, para la reactivación real de unos trabajos que, a causa de las demoras, acumulan un sobrecoste de 38 millones de euros sobre lo previsto en 2010. El recorrido de Doriga a Salas está hoy salpicado de grandes pilares sin plataforma y la sensación de abandono es absoluta desde hace años.

De Salas a La Espina únicamente está lista la primera calzada, abierta al tráfico en 2012. La construcción de la segunda también quedó paralizada hace cinco años, después de que el ministro socialista José Blanco decidiera anular el contrato con la constructora cuando ya se habían gastado 22 millones y la caja estaba abierta en la mayor parte del trazado hasta el alto. Las cuentas estatales de este año no contienen ni un euro para el tramo y las que acaba de presentar en el Congreso Cristóbal Montoro para 2016 incluyen un millón de euros para recuperar unos trabajos que, de acuerdo con los planes de Fomento, concluirán en 2018.

Para la conexión de la A-63 con la Autovía del Cantábrico, una actuación que expertos como el urbanista Arturo González de Terán consideran imprescindible, lo que se plantea es un nuevo trazado de 30 kilómetros de longitud entre La Espina y la localidad valdesana de Canero. Podría ser denominado la Autovía Vaqueira, ya que cruza parte del territorio histórico de este grupo social. Los técnicos del Principado calculan que el coste de las obras alcanza los 192 millones de euros y alertan de que, llegado el caso, su ejecución no resultará sencilla, ya que, por ejemplo, habrá que superar un desnivel de 615 metros entre La Espina, que está a una cota de 645 metros, y Canero, ubicada a treinta metros sobre el nivel del mar.

El Ministerio de Fomento, que mantiene esta Autovía Vaqueira en sus planes estratégicos para los próximos años, aunque sin consignaciones presupuestarias específicas, encargó el estudio informativo en 2007, sin que hasta el momento se hayan completado los trámites de impacto medioambiental.

El Gobierno regional estima que tan importante o más que esa conexión entre autovías es la prolongación de la A-63 hasta la localidad leonesa de Ponferrada, una actuación que el Ministerio de Fomento no tiene entre sus previsiones ni a corto ni a largo plazo y que nunca pasó del papel, excepción hecha del túnel de Rañadoiro. Este paso, financiado con 41 millones de los fondos mineros, abrió al tráfico a primeros de 2010 y con sus 1,9 kilómetros es el más largo de toda la red autonómica de carreteras. De acuerdo con los planteamientos que se pusieron encima de la mesa durante la anterior legislatura, el resto del proyecto, con un coste global de 686 millones de euros, consiste en una autovía de La Espina a Tineo y Cangas del Narcea, con 32 kilómetros de longitud y 512 millones de inversión; una vía rápida de Cangas del Narcea a Vega de Rengos de 15,3 kilómetros y 99 millones, y una "vía verde" de salida a la provincia vecina por Degaña de 17,8 kilómetros y 75 millones.

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