La Coordinadora Ecologista de Asturias ha presentado alegaciones contra la construcción de nuevos amarres deportivos en las costas asturianas. Esta medida forma parte del Plan Territorial Especial para la Estrategia Integrada de Gestión Portuaria-Litoral del Principado de Asturias (EIGPLA). La organización se queja del trato preferente que da los muelles deportivos en comparación con los pesqueros.

Los conservacionistas tachan de "disparatado y sin pies ni cabeza" la creación de más amarres deportivos cuando Asturias ya cuenta con más de 2.000 en sus costas. "No hay demanda ni es una prioridad social", mantiene Fructuoso Pontigo, portavoz del colectivo. Las obras propuestas afectarán a los puertos de Luarca, Figueras, el Puntal, Candás y Viavélez.

En Luarca, se recoge la construcción de uno de estos amarres en una de la playas. El portavoz de La Coordinadora Ecologista comenta al respecto que la villa "se va a quedar sin media playa".

En Figueras y el Puntal está previsto construir dos diques, con un impacto medioambiental en ambas zonas, ya que sus puertos se encuentran dentro de respectivos espacios calificados como reserva natural parcial, subrayan los ecologistas. También cuestionan las obras previstas en las playas de Pregona, Peña Furada y la Peña de los Ángeles, en Candás. De estas obras, la organización conservacionista alerta sobre el impacto paisajístico e histórico que suponen. Lo mismo rechaza la obra prevista en Viavélez, un espolón anti-reflectante que acabará con "el valor histórico y el espíritu característico" del lugar.

Según el colectivo, todas estas medidas atentan contra el Convenio Europeo de Paisaje del que forma parte España. Y añaden que "es inadmisible dañar irreversiblemente el paisaje cuando todavía está en estudio su protección". La Coordinadora denuncia la ausencia de medidas contra los efectos cambio climático. Según su punto de vista, el plan va más bien en sentido contrario pues la construcción de diques solo aumentarán los daños en el mar. Finalmente, también destacan que los vecinos no han sido informados de estos cambios, aunque en algunos lugares como Candás ya ha comenzado una recogida de firmas.