Asturias rechaza el paquete de medidas que el Gobierno de España propone para reflotar el sector lácteo tras el fin de las cuotas. Los sindicatos COAG y UCA consideran que el documento presentado por la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, el cual recoge doce actuaciones, es "un brindis al sol". "Hay que dejar de poner parches y seguir el modelo francés. Todo lo demás sólo sirve para decirle al ganadero que la solución mágica es seguir endeudándose", se queja Joaquín López, representante de la Unión de Campesinos de Asturias (UCA). Los sindicatos exigen a Agricultura que fije un precio mínimo para la leche de forma que el ganadero pueda cubrir los costes de producción.

Sin embargo, Isabel García Tejerina ya ha anunciado que España no seguirá los pasos de Francia. La Ministra sostiene que las normas de competencia comunitaria se lo prohiben, a la vez que niega que el país vecino haya hecho efectiva la medida que reclaman los profesionales asturianos. En este contexto, el Gobierno central afirma que sólo cabe "llegar a compromisos voluntarios de los operadores", justamente el principio sobre el que se apoya el borrador del sector lácteo. Ese documento nació en el seno de una reunión que la ministra de Agricultura mantuvo con sindicatos agrarios, industrias, cooperativas y cadenas de distribución alimentaria. En él se plantean doce compromisos, que deberán poner en práctica los representantes de la cadena del sector lácteo, encargándose únicamente el Ministerio de velar por el cumplimiento de los acuerdos. Una posición que los sindicatos agrarios de la región censuran. "El Gobierno no puede dejar la pelota en el tejado de los demás y no asumir ninguna responsabilidad", denuncia Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias.

Entre las medidas que plantea el Gobierno en el documento destacan tres: valorizar el producto, identificar el país de origen en los envases y promover la fusión de cooperativas para garantizar la comercialización de la leche a sus socios. El borrador también recomienda a las industrias "aplicar en sus contratos precios de compra que permitan remunerar los costes de producción a los ganaderos". En este sentido, el ministerio de Agricultura insta a la Interprofesional láctea INLAC a implantar "un contrato tipo compraventa en el que se garantice al productor la recogida a un precio que permita su sostenibilidad y responda al mercado".

El presidente de INLAC y también responsable de la sectorial láctea de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Ramón Artime, cree que marcar un precio mínimo de la leche "es perder el tiempo" y que en su lugar hay que apostar por valorizar el producto y por concentrar las cooperativas agrarias. "No puede seguir habiendo tantos compradores de leche sin ser transformadores, ya que distorsionar el sector", explica. Para Artime es fundamental seguir trabajando en esta línea y no "actuar cada uno por su lado", ya que "corremos el riesgo de acabar como el rosario de la Aurora", dice.

Por su parte, la Ministra anunció el sábado una nueva medida no incluida en el borrador. Se trata de conceder una ayuda de 300 euros a las explotaciones ganaderas con baja rentabilidad económica. Esta actuación, según los cálculos del Gobierno, podría beneficiar a entre 2.500 y 3.000 caserías. Joaquín López, de UCA, sostiene que es una actuación positiva, aunque con ella, insiste, "Tejerina se contradice". "Dice que es ilegal marcar unos precios mínimos y resulta que para establecer qué ganaderías ayuda lo va a tener que hacer", critica.

Mercedes Cruzado, portavoz de COAG, tampoco está de acuerdo con esta subvención. "No tiene ni pies ni cabeza. Para el Gobierno una explotación con baja rentabilidad es la que recibe 27 céntimos por litro. ¿Y qué hacemos con el que cobra 28? Si su situación es la misma", protesta Cruzado, que exige acciones no discriminatorias. La eurodiputada asturiana de Podemos, Estefanía Torres, tacha la medida de "electoralista" y afirma que "no es suficiente ni va a la raíz del problema". Aunque el panorama de Asturias es menos crítico que el que se vive en otras comunidades autónomas -32 céntimos por litro cuando la media nacional se sitúa en los 29-, los sindicatos anuncian que la situación puede cambiar en cualquier momento.

El borrador con las medidas de "salvación" para el sector señala que la crisis láctea no sólo se debe al final de las cuotas, sino también a la prórroga del embargo ruso y un descenso de las exportaciones a China. Las doce propuestas del Gobierno central, que se exponen a continuación, se estructuran en cuatro bloques atendiendo a los implicados en la cadena.

Compromisos para las empresas de distribución alimentaria:

1. Valorizar la leche estableciendo medidas concretas que impidan su uso como productos de reclamo en los establecimientos de forma que se banalicen los productos ante el consumidor.

2. Poner en práctica modalidades de compra de leche líquida que permitan mantener el valor del producto en los primeros escalones de la cadena; en particular, estableciendo acuerdos a largo plazo con las industrias proveedoras.

3. Promover la identificación del país de origen de la leche, con el objetivo de mejorar la información que se facilite al consumidor. Para ello, se propone incluir de forma visible esta información en folletos promocionales, publicidad y cartelería.

Compromisos para las industrias lácteas:

4. Aplicar en sus contratos precios de compra que permitan remunerar los costes de producción de los ganaderos.

5. Promover en el seno de INLAC la implantación de un contrato tipo compraventa de leche en el que se garantice al productor la recogida a un precio que permita su sostenibilidad.

6. Facilitar al Ministerio de Agricultura los datos de los precios de cesión o venta de la leche de la marca de distribución.

7. Promover la inclusión en los envases del país de origen del producto.

Compromisos para las cooperativas:

8. Promover la constitución de organizaciones de productores para garantizar la comercialización de la leche.

9. Promover la fusión de las cooperativas que actúan como primeros compradores de leche.

10. Promover y trasladar a sus asociados la necesidad de disponer de organizaciones sólidas y bien dimensionadas.

11. Promover, junto con la industria láctea, la implantación del contrato tipo de compraventa indicado en el punto número cinco.

Compromisos para todos los representantes de la cadena láctea:

12. Facilitar la adhesión de empresas al Código de Buenas Prácticas en la contratación alimentaria.