La palabra "ordinalidad" no existe. No está en el diccionario, pero dirige el debate sobre la solidaridad entre autonomías que ha de marcar la discusión, inminente, a cuenta de la reforma del sistema de financiación autonómica. Cuando pronuncia "ordinalidad" -sería ordenación su equivalente semántico más próximo-, el presidente del Principado se refiere a la necesidad de defender, como principio básico, que el reparto de los fondos del Estado no altere el orden que clasifica a las comunidades en función de su renta per cápita. Es decir, que la distribución del dinero de la caja común no agrande las desigualdades territoriales consiguiendo, por ejemplo, que la autonomía que más dinero recauda por impuestos estatales y más aporta por tanto al sistema pueda verse superada en nivel de riqueza, tras aplicar los mecanismos de distribución, por otra que haya contribuido menos.

Es ésta la interpretación del mecanismo de nivelación financiera que Javier Fernández llevará al proceso para desenredar la madeja de la financiación autonómica, que citará a las comunidades para este septiembre. Es la misma que el PSOE consensuó hace dos años para tratar de conciliar los ardores divergentes de algunas de sus federaciones territoriales y también la que, a su juicio, menos estimula la desigualdad entre territorios. Se trata asimismo de la versión del concepto que, de hecho, ya "debería aplicarse, porque es ley orgánica", apunta el Presidente, que toma el Estatuto de Cataluña y lee, en el artículo 206, que "el Estado garantizará que la aplicación de los mecanismos de nivelación no altere en ningún caso la posición de Cataluña en la ordenación de rentas per cápita entre las comunidades autónomas". Que si Asturias es la décima región con más renta de España, no baje de ese lugar tras el reparto de fondos.

La versión del concepto que acepta el Estatuto no es la preferida por el independentismo catalán ni la que más gusta al madrileño del PP, destaca Fernández, ni tampoco la que consta en los postulados de otros partidos políticos a este respecto. El presidente del Principado habla en particular del PP y de Ciudadanos, blandiendo documentos y declaraciones públicas donde sus responsables han abrazado una interpretación diferente, una que ha hecho fortuna en los últimos tiempos y es, según el líder de los socialistas asturianos, menos respetuosa con la igualdad territorial. Defiende ésta que en el reparto reciba más quien más recauda por impuestos y contribuye más a la caja común, o que la clasificación de las regiones en función de su contribución a las arcas estatales equivalga después del reparto a la ordenación en función de las cantidades recibidas del mecanismo de financiación.

Aproximadamente así ha sido formulada "de forma recurrente", sostiene el líder del Ejecutivo autonómico, y "no sólo en Cataluña". También desde otras comunidades autónomas que se sienten maltratadas por el sistema vigente, bastante benévolo con Asturias. Esta tesis ha sido sostenida, entre otros, afirma Fernández, "por el anterior presidente de Madrid, Ignacio González, en manifestaciones no rechazadas por la actual, y eso es todavía más grave, toda vez que la Comunidad de Madrid tiene un alto nivel de recaudación fiscal por su condición de capital de España, porque allí viven todos los funcionarios y están radicadas las grandes empresas, porque allí confluye toda la radialidad de las infraestructuras de comunicaciones...".