El ovetense Roberto Velázquez Martín, periodista, abogado y gestor cultural que dirigió, entre otras instituciones, la Fundación Telefónica, falleció en Madrid el pasado jueves con 66 años, tras una larga enfermedad. Era hijo de Roberto Velázquez Riera, "Robin", que fue director de la "La Voz de Asturias" en los años sesenta. El fallecido, que trabajó en el "Abc" en los setenta -llegando a redactor jefe-, así como la agencia Efe -de cuyo consejo de administración formó parte-, dejó fama de periodista "minucioso, serio y equilibrado", en palabras de Graciano García, director emérito de la Fundación Princesa de Asturias, que trabajó junto a Velázquez al inicio de su carrera, y años después volvió a coincidir con el ovetense con motivo de una exposición sobre el 25º aniversario de la Fundación. Antonio Masip, por su parte, resaltó el papel de Roberto Velázquez en la recuperación de la figura del pintor asturiano Luis Fernández (Oviedo, 1900-París, 1973).

Casado con Isabel Palomera y padre de tres hijos, que le han dado cinco nietos, Velázquez desarrolló la mayor parte de su carrera en Madrid, aunque nunca se olvidó de su Oviedo natal, una ciudad a la que regresaba de vez en cuando, y donde conservaba familia y amigos. Las exequias tuvieron lugar en la más estricta intimidad por deseo de la familia.

De su carrera periodística, que nunca abandonó del todo -en forma de colaboraciones en diversas revistas, o a través de su blog, cuya última entrada data de mayo de este año-, habló largo y tendido Graciano García. "Era un periodista vocacional, una persona honrada y culta, bondadosa. Ejerció la profesión inspirado por su padre, maestro de periodistas. Era minucioso, responsable, sensible, y ponía mucha pasión en lo que hacía. Cuando se ponía a un tema, lo desmenuzaba con mucha seriedad. Era un todoterreno, como éramos los periodistas de aquella época, lo mismo cogía una esquela que un editorial", indicó Graciano García.

Los avatares de la vida le llevaron en los años ochenta por el camino de la comunicación de empresa y la gestión cultural, primero en el Banco Exterior de España, en la época de Francisco Fernández Ordóñez, y luego en Telefónica, durante la presidencia de Luis Solana. En Telefónica fue director de Comunicación, Patrocinios y Mecenazgo, y más tarde, entre 1998 y 2001, fue director general de la Fundación Telefónica. También fue director de la Fundación Arte y Tecnología de Telefónica, director de comunicación y marketing de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, cuya presidenta de honor es la reina Sofía. Velázquez también dirigió la comunicación corporativa de Iberia, y entre 2004 y 2013 presidió la empresa Alerto Gestión Sociocultural, dedicada a la creación, diseño, gestión, producción y comunicación de proyectos culturales, artísticos y sociales.

Su sociedad colaboró con la Fundación Príncipe de Asturias en la organización de una muestra con motivo del 25º aniversario de la entidad, en el año 2005. A lo largo de su carrera, Roberto Fernández organizó más de un centenar de exposiciones de arte contemporáneo. Es en ese plano de la cultura con mayúsculas que tuvo relación con él el entonces alcalde de Oviedo, Antonio Masip. "Consiguió que Telefónica adquiriese seis cuadros -y luego más- del pintor ovetense fallecido en París Luis Fernández. Fue esencial su ayuda para hacer que Oviedo contase con una exposición y se contemplasen las obras de este pintor asturiano que en aquel entonces era un total desconocido en Asturias", indicó el exparlamentario europeo. La mayor parte de la obra de Fernández se conserva ahora en la Colección de Arte de Telefónica y el Museo de Bellas Artes, cuyo director, Alfonso Palacio ha dedicado dos importantes obras al pintor. Roberto Velázquez organizó también una muestra sobre la filósofa malagueña María Zambrano (amiga a su vez de Luis Fernández), que tuvo lugar en Vélez-Málaga, su ciudad natal.

En los últimos años, de 2011 a 2013, fue profesor de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Carlos III, en el campus de Getafe. También fue miembro del comité editorial y del consejo de dirección de "Telos, Revista de Tecnología, Comunicación y Sociedad", vinculada a Telefónica, y del patronato y comisión delegada de la Fundación para el Desarrollo de la Función Social de las Telecomunicaciones (Fundesco).

Roberto Velázquez no era muy partidario de la intervención de los poderes públicos en el mundo del arte y la cultura. Como dejó dicho en una entrevista, "tanto en tiempos de esplendor como de decadencia, los poderes públicos intervienen de forma inadecuada y casi siempre en perjuicio de la cultura". En dicha entrevista prefería definirse como gestor cultural, aunque dudaba en señalar que ese mundo era "opaco", lleno de incertidumbre y arbitrariedad.

En Oviedo, Velázquez conservaba al grupo de amigos de la infancia y juventud, entre quienes se contaba el hostelero José Santamaría, primo de Massiel. "Ha sido un golpe esperado, pero duro de todos modos. Se sentía muy ovetense y venía cuando podía, aunque hacía una temporada que no volvía, por su enfermedad", aseguró el hostelero. "Le gustaba estar con sus amigos, y sobre todo con su familia ovetense, era muy importante para él", añadió. De él destacó sobre todo su amplia cultura.