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Palabra y voz para una Reina

Cuando escribo estas líneas es casi madrugada, mi hogar guarda un gran silencio, tras la ventana entreabierta la luna asoma su rostro pleno y luminoso. Me acompaña el sonido de una obra extraordinaria. Les confieso que todo fue poesía en el encuentro. El lugar Asturias, de un lado, la voz prodigiosa de Joaquín Pixán, de otro, la palabra acertada y profunda de Antonio Gamoneda, su destino: dedicado a Su Majestad Doña Leticia, Reina de España.

Les hablo del "Cancionero Asturiano para el siglo XXI" que la genial idea de los citados nos ofrecerá mañana en un DVD LA NUEVA ESPAÑA. Es todo un fiel canto a la tradición a la que se une nuevas conquistas de creatividad y progreso, allí donde la sensibilidad se hace belleza melódica y cada uno en lo suyo, cantor y poeta, bajo una deliciosa música, son maestros de su arte.

Ellos han querido volver sus ojos al pasado y sin detener el tiempo han pensado que no es bueno dejar en el exilio determinadas canciones si no rehacerlas y despertarlas de su sueño en busca de la luz de una nueva y moderna libertad.

Seguro que sus reflexiones se han hecho sentidas meditaciones para asumir y afrontar responsabilidades dentro de los secretos que el arte encierra. Por ello, voz, música y poesía se llenan de pureza por encima de todo lo material que la vida ofrezca.

Han puesto en su renovado lenguaje un tiempo sin límites lleno de eficacia, rigor y firme creencia como gran rentabilidad de su verdad. A su cita acuden las variantes de piezas populares y otras nacidas en sus mentes que saben de sencillas palabras, de consolidados argumentos, de un detallado estudio del bable para ofrecernos un profundo respeto a su potencial lírica.

Para destacar sus melodías han sabido, con sutil delicadeza, afinar ciertos matices en letra y música. Lo modificado y lo creado fue retocado con sumo tacto. En su caminar afloran novedosos ecos de García Lorca, Lope de Vega, Ángel González sin olvidarse del maestro Torner y el compositor Pacheco, que en amable compañía con otros grandes músicos nos demuestran lo importante que es amar y respetar el genio musical del pueblo asturiano. Todo un equipo comandado por Antonio y Joaquín.

Han conseguido algo afinado y consecuente barnizado de una especial ternura de asturianía que en nada afecta a la tradición y sí que enriquece con la armonía de voz y palabra a nuestro cancionero.

Aprecio que existen bellos romances que en su traducción liberal conservan con cuidado sentimiento la métrica y la rima. Recuerdos que son huella en el pasar del tiempo; las vaqueiras, carromateros, arrimadito a aquel roble, que vibran al lado de una cultivada novedad como la canción a la Santina en la consideración de esa devoción que por ella sentimos los asturianos.

Pienso queridos amigos que supisteis cimentar ese bien patrimonial buscando acertados remedios a ese estancamiento acumulado en el tiempo en el deseo de corregir posibles defectos y logrando nuevas creaciones.

Seguro estoy que será esta obra una referencia a guardar en el archivo de nuestra memoria musical en ese compromiso que habéis mantenido con Asturias para que tradición y modernidad se abracen en un futuro de esperanza.

Felicidades y un abrazo.

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