La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El centro gijonés para vacunarse antes de viajar al extranjero, paralizado por falta de médicos

"Vi a personas llorando en el consultorio porque pueden perder su trabajo fuera", denuncia un afectado

Sede del servicio de Sanidad Exterior, emplazado junto al puerto deportivo de Gijón. JUAN PLAZA

Sin médicos. El único centro de vacunación internacional del que dispone Asturias, emplazado en Gijón, está paralizado por la falta de facultativos. Decenas de personas que tenían previsto viajar a países que requieren inmunizaciones obligatorias están viéndose obligados a posponer sus desplazamientos o a acudir a otras provincias para recibir sus vacunas. Algunos tenían previsto trasladarse por razones turísticas, pero a otros les mueven motivos laborales y, por consiguiente, inaplazables. Además, el citado centro es el responsable de la supervisión de los aviones y barcos que llegan al Principado provenientes de países en estado de alerta por razones de salud (por ejemplo, el ébola). Una tercera competencia del servicio consiste en dar luz verde a la repatriación (tanto salida como entrada) de cadáveres.

"Es una vergüenza que tengamos que estar así. Con la cantidad de parados que hay en esta región y que no haya ni un sólo médico que nos atienda", declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA uno de los afectados por esta situación, que por cuestiones de trabajo tendrá que desplazarse la semana que viene a Bolivia. "En mi caso, la multinacional para la que trabajo me permite viajar igual. Pero hay países que sin vacunación no te dejan entrar", protesta el hombre, ovetense, encargado de obra civil, que prefiere mantenerse en el anonimato.

Según su versión, el paisaje que ayer presentaba el centro de vacunación internacional de Gijón era "caótico". "Había trabajadores llorando porque aseguraban que iban a perder sus contratos. La única solución que nos daban era ir a otra comunidad autónoma, pero hay gente que no se lo puede permitir", señala el ovetense. "Pagando durante todo el año los impuestos y que estos sinvergüenzas nos hagan esto. ¿Quién se va a hacer responsable si a mí me pasa algo?", se queja el afectado, que ayer tenía que vacunarse contra la fiebre amarilla y que ante la gravedad de la situación presentó una reclamación.

El centro de vacunación internacional forma parte del servicio de Sanidad Exterior, emplazado en las inmediaciones del puerto deportivo de Gijón (calle Claudio Alvargonzález). Depende de la Administración central, y más en concreto del área de sanidad de la Delegación del Gobierno en Asturias, que dirige Alejandro Alonso Pantoja. Este periódico intentó ayer recabar la versión de este organismo, pero no obtuvo respuesta.

Según fuentes consultadas por este diario, el servicio de Sanidad Exterior solía disponer de dos médicos. Uno de ellos se ha jubilado, y su plaza no ha sido cubierta; el otro está de baja laboral, tampoco cubierta. Como consecuencia, los usuarios que acuden al centro se topan con que sus demandas han de esperar por un tiempo indeterminado.

El servicio de Sanidad Exterior desempeña varias competencias de relevancia crucial. Por una parte, la vacunación de las personas que, por motivos muy diversos, proyectan viajar a países que exigen determinadas inmunizaciones. Las dosis que cada usuario se aplique quedan reflejadas en un certificado reconocido internacionalmente, y que en el caso de Asturias no se expide en ningún otro lugar.

La otra gran competencia del servicio de Sanidad Exterior no hace referencia a las salidas, sino a las entradas. Es el centro encargado de supervisar los aviones y barcos que llegan al Principado. Este cometido no suele ofrecer mayores contratiempos, pero no conviene olvidar que una porción de estas llegadas -de barcos, principalmente- corresponde a viajeros o mercancías procedentes de zonas en la que está activada alguna alerta de salud. En estos casos, la potestad del servicio de Sanidad Exterior consiste en exigir al capitán que certifique por escrito que las personas o el material que transporta no suscita riesgos. Si no extiende ese certificado, se le deniega el desembarco.

Como ya se ha citado líneas arriba, un buen ejemplo de este supuesto se deriva de la enfermedad del ébola, que tiempo atrás tuvo en jaque a varios países de África (en el momento actual están en alerta Guinea y Sierra Leona). La Consejería de Sanidad del Principado de Asturias tiene en marcha un protocolo para el manejo de personas que lleguen a la región bajo sospecha de estar infectados con este virus. Pues bien, existe un protocolo de asistencia, pero no un control de llegada, a causa de la carencia de médico del servicio de Sanidad Exterior.

Compartir el artículo

stats