El sector lácteo empieza a ver algo de luz al final del túnel. Varios supermercados -entre ellos, Mercadona, Eroski, Día y Leche Celta- han anunciado subidas en los precios de la leche que perciben los ganaderos. La última cadena de distribución en subirse al tren ha sido Lidl España, que prevé aumentar un cinco por ciento el valor de los contratos. Estos gestos responden a las peticiones que hacían los profesionales como paso previo para firmar el acuerdo que impulsa el ministerio de Agricultura. Su titular, Isabel García Tejerina, aspira a que el pacto se selle el próximo miércoles con el fin de atajar la crisis que sufre el sector.

Lidl indicó ayer que cuenta con el compromiso de sus proveedores "para trasladar este incremento de precio de forma íntegra al ganadero, contribuyendo de este modo a la sostenibilidad del sector y de la cadena alimentaria". Por su parte, Mercadona y Eroski ya han adelantado que subirán dos céntimos el litro de leche, mientras que Día ha instado a sus colaboradores a hacer efectivas los aumentos aplicados a industria desde junio. Sin embargo, estos gestos no son suficientes a juicio de los ganaderos. Piden al Gobierno de España "garantías jurídicas" para firmar el acuerdo sectorial. A la espera de ello, los sindicatos UPA-UCA y COAG dejan su apoyo al documento en el aire. ASAJA, en cambio, lo respaldará. A este respecto se pronunció la comisión ejecutiva federal de UGT, que ha recordado que el acuerdo de Agricultura no establece sanciones para aquellos que lo incumplan. "Faltan garantías jurídicas para su cumplimiento y para la figura de precio sostenible no se fija ningún baremo concreto", critican.