Decepcionados. Así se sienten los sindicatos agrarios COAG y UCA tras el apoyo de 58 entidades al pacto de la leche, promovido por el Ministerio de Agricultura. Ambas organizaciones se desmarcaron del acuerdo por considerarlo "inconcreto" y dejar al productor "a merced" de la industria y los supermercados. Sus secretarios regionales creen que el documento no garantiza la subida de los precios de la leche, que es la gran preocupación del sector. Además, opinan que el pacto carece de un marco sancionador y deja "tufillo electoral". Por su parte, la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, lamenta que el Gobierno de España no haya hecho el "esfuerzo necesario" para incorporar al acuerdo a COAG y UCA, los sindicatos que agrupan a la mayoría de los ganaderos nacionales.

"Hemos perdido una oportunidad histórica y lo que tenemos es un acuerdo sin reglas. De qué me sirve que me digan: hay que valorizar la leche, hay que promover la identificación del país de origen... si no hay nada que me garantice que eso se vaya a cumplir", protesta Joaquín López, secretario de la Unión de Campesinos de Asturias (UCA). Para López, "mientras que no se hable de precios ni se controle la producción no habrá nada qué hacer". Lo mismo opina Mercedes Cruzado, representante de COAG Asturias: "Es un pacto de buenas voluntades, porque no hay régimen sancionador". Cruzado manifiesta que el documento es "más de lo mismo" y ni siquiera asegura la recogida de leche por parte de la industria.

De cara a los próximos meses, COAG y UCA creen que los precios de la leche subirán, pero matizan que no a causa del acuerdo, sino de las movilizaciones que se han hecho por España. "No creo que ninguna empresa se atreva ahora a bajar los valores. Pero a la larga volveremos a dónde estábamos, porque el texto no ofrece ninguna garantía jurídica", insisten. En cambio, Ramón Artime, presidente de ASAJA Asturias, entidad que sí selló el acuerdo, piensa que el paso dado el miércoles en Madrid es "muy positivo". Gracias a él, "vamos a saber quién se queda con el valor añadido y el ganadero dejará de ser el eslabón más débil", señala.

La consejera de Desarrollo Rural del Principado de Asturias, María Jesús Álvarez valora el acuerdo como "un paso en la buena dirección", aunque precisa que "seguramente es mejorable". A su juicio, el texto permitirá, por primera vez, establecer "transparencia y claridad en toda la cadena". "Además, incorpora a la gran distribución, que es la que marcaba el paso y de la que siempre hemos dicho que debe estar vinculada a cualquier acuerdo", agrega Álvarez.