El presidente de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Rosario de Candás, José Ángel Gutiérrez, defendió la necesidad de cerrar la bocana del espigón para "no tener que lamentar la pérdida de barcos ni de empleos". Y, del mismo modo, apuntó que La Pregona resulta molesta para el puerto porque su arena provoca una pérdida de calado más rápida de lo normal.

Sin embargo, se mostró partidario de que se conserven símbolos como la Peña Furada o La Farola, pero lamentó que no se tomen las medidas necesarias para aumentar la actividad en el muelle. "La falta de amarre impide que se creen más empleos", advirtió Gutiérrez, que admitió parte de responsabilidad en los cambios que se hicieron respecto al proyecto elaborado por el gobierno de Sergio Marqués. "Consideré mejor ganar calado que el espigón", explicó.