Ha pasado por todos los escalones del PSOE, desde las Juventudes Socialistas del Oriente de Asturias hasta la sede nacional en la calle Ferraz de Madrid. Ahora, la Federación Socialista Asturiana (FSA) la ha puesto al frente de la lista para el Congreso de los Diputados con el objetivo de recuperar la victoria, en votos, que hace cuatro años cayó del lado de la cabeza de lista popular, Mercedes Fernández. Adriana Lastra (Ribadesella, 1979) tiene la lección bien aprendida: "El PSOE sale a ganar en Asturias y en España". Por delante, algo más de dos meses para saber si su partido alcanza el doble y ambicioso objetivo.
-¿Qué siente al ser la cabeza de lista más joven del PSOE por Asturias para unas elecciones generales?
-Y también la primera mujer. Pues una enorme responsabilidad y un honor representar a los socialistas asturianos en una cita política tan trascendental para España y para Asturias.
-En un escenario político tan volátil y atomizado, con la llegada de nuevos partidos políticos, ¿dónde está el listón del PSOE?
-Salimos a ganar las elecciones y a ser el primer partido en Asturias y en España.
-¿Cuáles serán las asignaturas pendientes y los retos de Asturias en la próxima legislatura?
-La prioridad es recuperar la igualdad que existía antes de la crisis y el impulso de la industria y la minería, tan importantes para Asturias y que el Gobierno del PP ha puesto en solfa. Hay que garantizar y dotar de estabilidad a la industria del metal porque situaciones de incertidumbre como la de Alcoa no deben repetirse. Hacen falta políticas que garanticen el futuro de nuestra industria y también de nuestro sector lácteo, tan importante para la zona rural de Asturias.
-¿Encarna usted la imagen de la renovación en el socialismo asturiano?
-Esa pregunta debería hacerla a los demás porque cada militante puede tener una idea distinta sobre las personas ideales para una lista electoral. He desempeñado cargos de responsabilidad en el parlamento regional y en la Federación Socialista Asturiana y aunque soy joven tengo una dilatada trayectoria.
-¿Entonces no quiere que se la etiquete como una cara nueva?
-No tengo problema pero no soy una desconocida. Mi trayectoria es por todos conocida. No soy sólo una cara joven en una lista. Además de las responsabilidades en Asturias ahora estoy al frente de la secretaría de Política Municipal. Evidentemente hay un cambio generacional en el PSOE. La sociedad fue muy clara, pedía que cambiásemos y el partido ha cambiado.
-Los cambios suelen materializarse en los congresos de los partidos. ¿Ese relevo del que habla en el partido llegará también a la Federación Socialista Asturiana?
- Un nuevo proyecto no se limita a un cambio de caras, se articula propuesta a propuesta. El próximo secretario general se elegirá por la fórmula de un militante, un voto pero, sin ningún género de duda, la persona más solvente y con más prestigio para toda la militancia es Javier Fernández. De todas formas, aunque ahora no toca hablar del próximo congreso, el futuro del PSOE está garantizado por Javier Fernández y también por los alcaldes y los compañeros y compañeras que integran el partido en Asturias.
-Ha habido algunos compañeros y agrupaciones municipales que han echado de menos un procedimiento más abierto para la elaboración de las listas a las elecciones generales. ¿Cree que acabarán llegando las primarias para elegir a todos los candidatos del PSOE?
-Las listas para el Congreso y el Senado se han decidido cumpliendo los estatutos del partido y las normas de las que nos hemos dotado. En el próximo congreso federal habrá que modificar las normas para que el conjunto de la militancia tenga un mayor protagonismo en la elaboración de las candidaturas electorales. Pero todas las listas se han elegido de la misma forma, este proceso no es distinto al de las listas municipales o autonómicas.
-Los socialistas iniciaron su travesía del desierto en las dos citas electorales de 2011, primero en las autonómicas y municipales, y a finales de aquel año con las generales. ¿Cree que ya la han superado?
-La sociedad nos dijo que teníamos que cambiar y el partido empezó a introducir cambios al frente de la secretaría general, con Pedro Sánchez, y en la ejecutiva. También empezamos a renovar el proyecto. Han llegado nuevas fuerzas al tablero político y los socialistas somos la primera fuerza de la izquierda en Cataluña, donde incluso vivimos una escisión. Podemos se desinfla y queda relegado a ocupar el espacio de IU, no el de gran partido de la izquierda como era su pretensión. El PSOE gobierna en la mayor parte de las autonomías y de los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes. Volvemos a ser el partido hegemónico de la izquierda. La mejor alternativa al PP y a Mariano Rajoy es el PSOE y Pedro Sánchez.
-¿Qué le parecen los resultados de las elecciones catalanas?
-Los catalanes han dicho no a la independencia y también al inmovilismo de Rajoy. El estatismo del PP es una forma de romper la unidad. En Cataluña hay un problema, hace cinco años salían a la calle 50.000 independentistas, ahora salen un millón y medio. Hay que buscar soluciones. Si el PP no tiene un proyecto para Cataluña, difícilmente va a tener un proyecto de país. Y eso la gente lo ve.
-¿Y cómo valora la subida de Ciudadanos?
-Pedir unas nuevas elecciones no parece que sea el mejor modelo de buena solución que demanda Cataluña. Ciudadanos tiene un discurso transversal con profundas raíces en una derecha menos casposa y más liberal pero, sin embargo, en algunas cuestiones es mucho más radical.
