Toda ayuda es poca para el campo. Al margen de las ayudas nacionales (300 euros por vaca) y europeas (25,5 millones), las comunidades autónomas han lazado subvenciones con el objetivo de frenar la crisis láctea. Las últimas en hacerlo han sido País Vasco y Galicia. La Xunta además ha puesto en marcha una campaña para consumir el producto autóctono.