La Autovía del Cantábrico se ha completado hoy con la puesta en servicio de los dos tramos que estaban pendientes de ejecutar en Cantabria, Solares-La Encina y La Encina-Torrelavega, 25 años después de la apertura del primero en la región, en el límite de Vizcaya con Castro Urdiales.

Se trata de un trazado de autovía fundamental para descongestionar el tráfico de acceso y salida a Santander y de la autovía A-67, entre Torrelavega y la capital cántabra, y que cuenta con un total de 28 kilómetros de longitud.

Es también la alternativa a la carretera nacional N-634 que atraviesa, principalmente, las localidades de Pámanes, Penagos y Pomaluengo, que soportan el paso de una media de 13.000 vehículos diarios, especialmente, de tráfico pesado.

En el año 1990 se abrió en Cantabria el primer tramo de la Autovía del Cantábrico, que une el norte de España, entre Galicia y el País Vasco, con el trazado localizado en el límite entre Vizcaya y Castro Urdiales.

En 2000, el entonces ministro de Fomento con el Gobierno del PP, Rafael Arias Salgado, anunció que la totalidad de esta infraestructura se acabaría un año después, en 2001, cuando se produjo un relevo en el Ministerio y Arias Salgado fue sustituido por Francisco Álvarez Cascos.

Del mandato de este político asturiano surgió una polémica propuesta en Cantabria: sustituir el trazado Solares-Torrelavega por uno nuevo, una autopista de peaje entre las localidades de Zurita y Parbayón.

Este nuevo proyecto salió a concurso público, ligado, además, a la construcción de la autovía libre de peaje Ronda de la Bahía de Santander, pero fue declarado desierto por el Consejo de Ministros en febrero de 2004, al no ajustarse ninguno de los siete grupos concursantes a las condiciones contempladas en los pliegos de adjudicación.

El 13 de abril de este mismo año, Fomento decidió dejar en suspenso la adjudicación de la autopista de peaje Zurita-Parbayón y el futuro de esta infraestructura en Cantabria quedó en manos del nuevo Gobierno de España, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE).

Tras llegar a La Moncloa, su Ejecutivo recuperó la idea inicial de un trazado de autovía libre entre las localidades de Solares y Torrelavega, dividido en dos tramos.En diciembre de 2006, con Magdalena Álvarez como ministra de Fomento, se licitaron las obras.

Así, el proyecto del tramo Solares-La Encina se adjudicó en marzo de 2007 con un plazo de ejecución de 31 meses, y días después, el de La Encina-Torrelavega, con una previsión de finalización similar.

En julio de 2010, el sucesor de Álvarez en Fomento, el también socialista José Blanco, anunció otra decisión de impacto para Cantabria: la paralización de las obras a consecuencia de la crisis económica.

En ese mismo mes, Blanco comunicó en el Congreso de los Diputados que los dos tramos volverían a licitarse pero a través de colaboración público-privada.

El 1 de septiembre de 2011 Fomento trasladó al Gobierno de Cantabria, bajo la presidencia ya de Ignacio Diego, su decisión de retomar los contratos de las obras de Solares-La Encina y La Encina-Torrelavega.

No se habían licitado los contratos con la fórmula de colaboración público-privada, por lo que Fomento optó por seguir adelante con las obras desde el propio Ministerio, a través de los contratos inicialmente adjudicados.

Las obras se reanudaron por el Gobierno de España, con Mariano Rajoy como presidente, el 6 de noviembre de 2012, y su ejecución ha continuado de forma ininterrumpida hasta el día de hoy, con su puesta en servicio.

Las obras entre Solares y Torrelavega han contado con un presupuesto de 224 millones de euros.

Esta cantidad, sumada al coste de redacción de los proyectos y del estudio informativo, al importe de las expropiaciones y a las asistencias técnicas para el control y vigilancia de las obras, arroja una inversión total para los dos tramos de 276 millones de euros.

Se trata de un tramo de autovía de 27,8 kilómetros de longitud dotado con dos calzadas de dos carriles de 3,50 metros cada una, que atraviesa los términos municipales de Medio Cudeyo, Liérganes, Penagos, Santa María de Cayón, Castañeda, Puente Viesgo, Piélagos y Torrelavega.

En cuanto a estructuras, en el tramo Solares-La Encina se han construido tres viaductos, La Llama, El Encinal y Pámanes, cuatro pasos superiores y nueve pasos inferiores, y en el de La Encina-Torrelavega, se han diseñado cuatro enlaces intermedios y se han construido ocho viaductos, cinco pasos superiores, siete inferiores y seis pasos de permeabilidad transversal.