La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los intentos para recomponer la derecha asturiana

Una reconciliación arriesgada

La decisión de Mercedes Fernández de ir en coalición con Foro para cerrar las heridas del centro derecha despierta dudas entre los populares

Una reconciliación arriesgada

Para lograr el éxito hay que asumir riesgos. Y más en la política actual, tan cambiante y tan volátil por el cabreo de los ciudadanos con los partidos tradicionales. Está por ver que la oferta sorpresiva de Mercedes Fernández a Foro para ir en coalición a las próximas elecciones generales salga bien pero lo que no admite discusión es la audacia de la presidenta de los populares asturianos, que acaba de lanzar un órdago que ni siquiera ha logrado adhesiones inquebrantables tras hacerlo público en la junta directiva celebrada el pasado miércoles en Mieres.

La presidenta popular ha planteado una coalición para las elecciones generales pero a nadie se le escapa que supone un paso adelante en una estrategia que nunca han ocultado ella, ni su "número dos" Luis Venta, para aglutinar el voto del centro derecha en Asturias tras la escisión de Foro hace más de cuatro años y medio cuando Francisco Álvarez-Cascos decidió promover un nuevo partido para presentarse a las autonómicas de 2011.

"¿Pero esto no se va a votar?", preguntó alguno de los asistentes a la junta directiva al que la iniciativa de Mercedes Fernández pilló totalmente por sorpresa. Y es que aunque no ha habido contestación interna, la oferta de la presidenta de los populares despierta dudas, genera incertidumbres y algún que otro recelo por el hecho de que un paso de tal calado no se haya sometido a los órganos del partido y se haya presentado como una decisión consumada. Ahora nadie se moverá por la cercanía de las generales.

En el caso hipotético de que Foro aceptase el ofrecimiento de ir en coalición, el PP tendría que hacer concesiones e incorporar en la candidatura a Isidro Martínez Oblanca, uno de los dirigentes de Foro que mayor afinidad ha tenido con Mercedes Fernández, al menos cuando eran compañeros de partido. La concesión entraña un riesgo evidente. Oblanca ha sido una de las voces más críticas con la gestión de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en la legislatura nacional que ahora toca a su fin y resultaría verdaderamente chocante que compartieran mitin y foto de campaña por mucho que la política sea el arte de lo posible. Sin ir más lejos, el veterano político gijonés atacó sin demasiados miramientos a Rajoy en su primera intervención en la Junta General, que tuvo lugar la pasada semana.

Y no acaban ahí los peligros de una hipotética reconciliación, que seguramente persigue coser las heridas que han partido en dos al centro derecha asturiano con tanto o más ahínco que procurar votos para la reelección de Mariano Rajoy. Si el PP asturiano no mejora los resultados de hace cuatro años o los empeora, Mercedes Fernández probablemente tendrá que lidiar con una contestación interna que hasta ahora ha sorteado, más por debilidades ajenas, en forma de derrotas electorales e investigaciones y procesos judiciales, que por fortalezas propias.

Compartir el artículo

stats