Ni putas ni varios. Agustín Iglesias Caunedo fue tajante ayer al negar su vinculación con los apuntes contables localizados por los agentes de Vigilancia Aduanera en el ordenador de su amigo "desde los 18 años" Joaquín Fernández, al que la investigación del "caso Pokémon" considera el "abrelatas", la persona que por sus relaciones políticas conseguía la adjudicación de contratos públicos para la empresa Aquagest.

A los cuatro días de estallar el escándalo, en el que se le achaca haber participado en tres viajes presuntamente pagados por la trama corrupta, y en los que supuestamente hubo pagos a prostitutas, Agustín Iglesias Caunedo compareció por primera vez en persona ante los medios de comunicación. Lo hizo en un céntrico hotel ovetense y no en la sede del PP, quizá por la tirantez que mantiene con la dirección regional, que le exigió pruebas de que son acusaciones falsas. Caunedo acudió serio pero tranquilo, rodeado de concejales del PP de Oviedo y no aportó demasiada documentación: exhibió varios apuntes de su tarjeta de crédito de distintos gastos de espectáculos en Estados Unidos, como entradas a la NBA, el Guggenheim y el Metropolitan, que corresponden a uno de los tres viajes cuestionados por los investigadores.

Pago en mano

El resto, asegura, se lo pagó en mano a Joaquín Fernández. "En numerosas ocasiones hemos ido de viaje juntos y compartido los gastos. Hacíamos las cuentas y cada uno pagaba lo suyo. Según he podido, además, leer hoy en la prensa, Joaquín Fernández ha reconocido que así ocurrió, que pagamos de nuestros bolsillos estos viajes", aseguró Iglesias Caunedo. Respecto a si la cuantía de los viajes (más de 30.000 euros los tres, según la estimación de Vigilancia Aduanera) no era excesiva para que ninguno de los participantes adelantara tal cantidad de dinero, Caunedo aseguró que el coste de los viajes "era más pequeño", aunque no quiso entrar a valorar la información del sumario, "que desconozco".

Caunedo se limitó a exhibir copias de los extractos de su tarjeta de crédito. Dos de los apuntes, los correspondientes al Guggenheim y al partido de la NBA, fueron pagados en enero, ya que adquirió las entradas por anticipado. Además, presentó el pago de entradas al Metropolitan, el 6 de febrero, así como pagos en el Ellen's Stardust New York, el día 9, y el River Cafe, el 10 de febrero. Caunedo afirmó que además de estos cinco apuntes hay "más compras en Nueva York" cargadas a su tarjeta. Los viajes cuestionados por los investigadores son tres, a Nueva York (del 5 al 11 de febrero de 2009), a Florida (del 25 de noviembre al 7 de diciembre, aunque Caunedo volvió varios días antes) y a Croacia (del 13 al 22 de julio de 2009).

Caunedo insistió en que para acusarle de conducta ilícita sería necesario probar que otorgó alguna contraprestación a Joaquín Fernández o a su empresa, lo que niega. "No hay, no puede haberla, prueba alguna de que yo tomara personal o políticamente decisión alguna que beneficiara a Joaquín Fernández o a las empresas investigadas", afirmó el exalcalde ovetense, que aseguró sentirse "ofendido" y víctima "de una caza" que pretende "desprestigiar al PP y a mí personalmente". En cuanto a las fotos, insistió en que estaban sacadas de contexto. Aseguró que su conciencia está "limpia", negó que Mercedes Fernández le haya pedido que dimita y concluyó asegurando que "no se puede condenar a nadie sin pruebas".

La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, no había tenido tiempo, a primera hora de la tarde de ayer, para atender "dos llamadas perdidas" de Agustín Iglesias Caunedo. "Estuve centrada en la negociación con Foro y no tuve tiempo ni de analizar las explicaciones de Caunedo", afirmó Fernández. La dirección regional del PP prefiere que Caunedo tome la iniciativa pero, por ahora, se mantiene a la espera de novedades judiciales sobre el caso antes de tomar alguna medida.