"De todo lo que dice Vigilancia Aduanera sobre mí no tengo ni idea", afirmó ayer la diputada socialista y exalcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo. Vigilancia Aduanera investiga si la exregidora llanisca pudo intervenir para lograr que su hermana, empleada en Aquagest, tuviera una mejora de sueldo. Campillo negó este extremo el pasado martes en una rueda de prensa, pero la información de Aduanas, publicada ayer por LA NUEVA ESPAÑA, acredita que la hermana de la exalcaldesa recibió aumentos paulatinos en sus retribuciones, entre 2010 y 2013.
La exregidora había afirmado que su hermana no tuvo incrementos de sueldo, pero ayer matizó que "no cambió su relación laboral". "Yo le pregunté a ella y fue lo que me dijo; de todo lo demás no tengo ni idea", recalcó para insistir que no mantuvo siendo alcaldesa ninguna relación con mandos de Aquagest ni jamás habló con Joaquín Fernández. Y respecto a la indagación a las cuentas de su hermana exclamó: "¡Hablamos de un sueldo de 500 euros!".
Por su parte, el alcalde de Llanes, el independiente Enrique Riestra, señaló ayer que "casos como el de Aquagest no se volverán a repetir en el concejo". El regidor prefirió no valorar las recientes declaraciones de su predecesora en el cargo: "Bastante tiene la exalcaldesa con lo que tiene como para andar interpretándola", señaló Riestra con ironía.
No obstante, confrontó las negaciones en relación con la "trama del agua" de Dolores Álvarez Campillo y su correligionaria la exconcejala Esther Bustillo Palacios con el hecho de que la hermana de la primera y el marido y el hermano de la segunda trabajen en Aquagest. "Sólo hay que ver los apellidos y las relaciones de las personas que trabajan en esa empresa para entenderlo todo", indicó Riestra, integrado en la agrupación de electores Vecinos X Llanes, que gobierna junto con Foro, PP e Izquierda Unida.
