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Trashorras, el avilesino que vendió la dinamita del 11-M, sale de prisión para ver a su madre enferma

El exminero, condenado a 34.715 años de cárcel, tuvo un emotivo encuentro de una hora con la mujer en Avilés

José Emilio Suárez Trashorras, durante el juicio del 11-M.

El vendedor de la dinamita de Mina Conchita, cooperador necesario de los atentados del 11-M, condenado a 34.715 años de prisión en el juicio celebrado en 2007 -la pena más alta que se haya dictado jamás en España-, ya ha disfrutado su primer permiso carcelario. Fue hace dos semanas, para ver a su madre, que sufre una enfermedad incurable. José Emilio Suárez Trashorras, de 39 años, salió de la prisión de El Dueso (Cantabria) en torno a las cuatro de la tarde, fue conducido por la Guardia Civil al domicilio familiar, situado en la calle Llano Ponte de Avilés y pudo ver y abrazar a su madre por espacio de una hora. Fue un encuentro emotivo, según las personas que conocieron la cita. Suárez Trashorras, un hombre nuevo, que ha expresado su arrepentimiento en varias ocasiones, que ha llegado a reunirse con víctimas del atentado que él mismo propició, regresó a la prisión cántabra en torno a la medianoche.

La salida de prisión de Suárez Trashorras no ha sido fácil. Primero solicitó el permiso carcelario a la dirección de la prisión de El Dueso, pero ésta entendió que no la merecía. El abogado de Trashorras, el allerano Francisco Miranda, del bufete Vox Legis de Oviedo, recurrió entonces ante el juez de Vigilancia Penitenciaria, apelando a razones humanitarias, dado el estado de salud de su madre. El ministerio público informó en esta ocasión favorablemente al permiso y el juez terminó concediéndolo.

La salida de prisión le cogió a Trashorras por sorpresa, cuando no lo esperaba, a las cuatro de la tarde en la celda. "Te vienes", le dijeron, y le metieron en un furgón camino de Avilés.

El informe de las fuerzas policiales no ha podido ser más favorable. El comportamiento del exminero avilesino fue ejemplar, lo que abre la posibilidad de que los permisos puedan repetirse en próximas fechas, una posibilidad que su letrado no descarta. En cualquier caso, que haya disfrutado de esta salida de la cárcel es todo un triunfo para alguien que, por la pena que le ha sido impuesta, no podría disfrutar de permisos hasta el año 2036, es decir, una vez completados 32 años de condena, de los 40 que en teoría tendrá que estar encerrado como reo de un delito terrorista.

Sin embargo, Trashorras tiene otro objetivo en mente. El abogado Francisco Miranda está ultimando una solicitud para que se modifique la situación penitenciaria del avilesino, y se cambie su condena actual por la de prisión permanente revisable, que, paradójicamente, le permitiría salir antes de la prisión. Como ya dijo anteriormente Miranda, "con la prisión permanente revisable, podría estar en libertad provisional en la calle a los 12, 15 o veinte años, siempre que demuestre buena conducta y un arrepentimiento por los hechos cometidos".

José Emilio Suárez ya ha dado pasos en ese sentido. Aparte de estar ingresando todos los meses una cuota por las responsabilidades civiles -incluso destinó a las víctimas el premio de un concurso de cuentos que ganó-, ha expresado su arrepentimiento y se ha reunido con víctimas para mostrarles el pesar que siente por lo que hizo. Trashorras es un hombre nuevo, que ha abrazado la fe evangélica, estudia para entrenador de fútbol y cuida dos perros en una terapia. Y no se puede olvidar la enfermedad mental incurable que sufre, que va a peor.

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