El calor insólito de diciembre culmina un otoño atípico, seco y estable como pocos, que entre otras consecuencias ha repercutido en un alza de los niveles de contaminación medidos en Asturias. El nuevo proceso anticiclónico que afecta a la región en los últimos días, y que persistirá en los próximos, tiene sobre la materia nociva "un efecto combinado contradictorio". Una noticia buena y otra mala. Si bien antes los vientos en calma habían contribuido junto a la ausencia de lluvia a bloquear la dispersión del materia contaminante, desde hace unos días se registra un vendaval del Sur que por un lado favorece la difusión, pero por otro, precisa Manuel Mora, es aire africano y trae "partículas en suspensión y polvo mineral". "No es una erupción que reduzca la visibilidad o provoque calimas", precisa, "pero sí cierto contenido de materia contaminante".