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"Están acabando con el medio rural"

Medio millar de ganaderos se manifiestan en Oviedo para denunciar el "abuso" que sufren con el saneamiento: "Por una o dos vacas malas paralizan las cuadras"

Los manifestantes, ayer, concentrados en Llamaquique. NACHO OREJAS

Desesperados, irritados, agotados e impotentes. Así se encontraban ayer en Oviedo medio millar de ganaderos a las puertas de la consejería de Desarrollo Rural. Al grito de "Basta ya, respeto al medio rural" se concentraron en Llamaquique para denunciar "el abuso total que estamos sufriendo con el saneamiento". "Dan positivo una o dos vacas y nos paralizan durante meses la explotación. Nos están arruinando", clama Luis Fernando Marlón, ganadero de leche en Salas y miembro de la Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga), la organización que convocó la movilización a la espera de reunirse con el director general de Ganadería, Ibo Álvarez. Los campesinos sostienen que el Principado "miente" cuando dice que quiere fijar población en la zona rural. "Eso es un engañabobos. Venden esa idea y luego nos pisan con los zapatos", se queja Carlos Fonseca, de Nieves (Caso).

La protesta, que duró más de una hora en Llamaquique, fue contenida por cinco furgones de la Policía Nacional. Entre el tumulto se comentaban todo tipo de "injusticias". "A mí me mataron 47 vacas y en la segunda prueba se demostró que no estaban malas", comenta Misael Álvarez, de Quirós. "Los técnicos me dijeron que lo mío era un caso raro. Deben pensar que por decirme eso, yo ya como", agrega con gesto de enfado. Como solución, los ganaderos exigen diagnósticos más efectivos y, sobre todo, no paralizar las cuadras. "No se puede bloquear al ganadero de esta forma. Más aún cuando vive de la trashumancia. Así, lo único que hacen es acabar con nosotros", razona Luis Fernando Marlón.

La consejería de Desarrollo Rural hizo un esfuerzo el jueves por contentar al sector, presentando a los sindicatos una campaña "más flexible" para 2016. Sin embargo, ni por esas lo consiguieron. "Los cambios que proponen pudieron introducirlos hace un año, pero no quisieron. Lo hacen ahora para taparnos la boca, ya que sabían que íbamos a manifestarnos", se queja Manuel Suárez, coordinador de Usaga y ganadero en Quirós. Entre las novedades que plantea la dirección general de Ganadería destaca que las vacas que presenten una reacción a la prueba de tuberculina con un engrosamiento de la piel superior a 4 milímetros podrán ser considerados como no positivos. "Mi pregunta es: ¿por qué no lo hicieron primero? Esto demuestra que ellos mismos se contradicen y reconocen su error", dice Manuel Fernández, de Quirós. "Sí, pero quien quedó sin animales por culpa de eso, ¿qué hace ahora? Nada", añade con prisa Carlos Fonseca.

Con este panorama, los jóvenes ganaderos ya no soportan más esta situación. "No es un problema de competitividad, sino que nos pasamos la vida peleando con la Administración", lamenta José Antonio Alonso, de 21 años. "Te quitan la ilusión de todo. Pero, ahora ¿a dónde vamos? Tenemos un compromiso de integración de cinco años. Valía más que nos quitasen todas las ayudas, porque hoy en día a diferencia de nuestros abuelos, no tenemos nada. Ni la casería ni las maquinas son nuestras", protesta Anibal Berrocal, de 25 años y vecinos de Nieves (Quirós).

Aunque la protesta de ayer se centró en la problemática del saneamiento ganadero, los campesinos aseguran que tienen "muchos frentes abiertos". Está la fauna salvaje, las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), el abandono de los montes y los bajos precios de la carne y de la leche. "Hoy (por ayer) nos manifestamos por el saneamiento, pero seguiremos saliendo a la calle para protestar por lo demás. Somos un sector muy particular, pero cuando nos agitan tanto, ya ve, nos unimos", sostiene Luis Fernando Marlón, que señala a una marea de campesinos, que con pitos y bocinas no cesa en su empeño de conseguir "un futuro mejor".

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