Las altas temperaturas y la sequedad están provocando en el sistema respiratorio de los asturianos las afecciones que el virus de la gripe producía en años anteriores y que este año están viéndose mitigadas debido precisamente al calor del otoño.
Ésta es la tesis que, con todas las cautelas del mundo, sostienen, o al menos barruntan, varios médicos de la región consultados por LA_NUEVA_ESPAÑA. Y es que, subrayan los especialistas, no resulta sencillo -por falta de precedentes históricos y de estudios más concretos- determinar la relación entre temperaturas elevadas, contaminación ambiental, virus respiratorios y gripales, y problemas pulmonares.
Lo que sí es seguro, porque es contabilizable, es que el servicio de urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) registró a lo largo de la semana pasada un aumento sustancial de la afluencia de pacientes, que ya suele rebasar los 300 diarios.
"En los centros de salud estamos viendo problemas respiratorios debidos a la sequedad en el ambiente y a las alergias de las personas que tienen asma", explica María Elena Cerrato, presidenta en Asturias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Según la doctora Cerrato, hasta la fecha "no ha habido mucho pico de gripe, otros años había bastantes más casos a estas alturas". "El número de consultas es igual o menor que en años anteriores. De gripe sólo atendemos casos esporádicos, mayoritariamente en niños", indicó la presidenta regional de Semergen.
Fidel Asensio, especialista de medicina interna del Centro Médico de Asturias, coincide en que "la incidencia de la gripe y las descompensaciones de los enfermos está muy disminuida con respecto a otros otoños más fríos". Por consiguiente, agrega, un factor positivo es "una menor incidencia de neumonías". En el polo opuesto, lo negativo del actual contexto meteorológico es "la contaminación ambiental, que está afectando a mucha gente con enfermedades respiratorias y asma".
Luis Antuña, jefe del servicio de urgencias del HUCA, corrobora que en su unidad se percibe una elevada incidencia de afecciones respiratorias. Sin embargo, prefiere no mostrarse categórico a la hora de pronunciarse acerca de sus posibles causas. "Esta semana pasada hemos tenido un aumento de la presión asistencial;_hemos pasado de 300 pacientes casi todos los días. Se ve un componente respiratorio, típico de estas fechas, probablemente originado no por virus gripales, sino sincitiales", subrayó el doctor Antuña, quien considera que "es difícil saber si una parte de estos problemas se deben o no al calor y a la contaminación".
Por otra parte, la Consejería de Sanidad difundió ayer un comunicado según el cual cerca de 180.000 asturianos se han vacunado contra la gripe. De ellos, 131.370 tienen más de 64 años, "lo que supone una cobertura del 52,2 por ciento en esa franja de edad", precisa la nota. La Consejería de Sanidad enfatiza que la campaña de vacunación de la gripe finaliza el próximo 30 de diciembre, por lo que las personas interesadas todavía pueden protegerse. "La inmunización es la medida más eficaz para prevenir las complicaciones", indica la Consejería.
