"¿Contento? Pues lo estoy mucho, aunque la pena es no poder haber dado más dinero". Miguel Ángel Corzo se mostraba ayer "feliz" por haber sido uno de los loteros que trajo la suerte a Oviedo en forma de boletos de la lotería de Navidad premiados. En su caso lo hizo desde el bar París, que regenta desde hace décadas en el número 38 de la avenida del Mar (barrio de Teatinos) y a través de un décimo de expedido por la máquina de lotería que tiene en su establecimiento con el número 43.221, uno de los quintos premios. Un "pellizquín" de 6.000 euros que Corzo, que al cierre de esta edición aún no sabía quién se lo había llevado, aunque estaba seguro de que "será una buena ayuda". Y es que este hostelero de tercera generación -su abuelo y su padre regentaron antes el bar Secades, en el cruce de las calles Puerto Rico con Bermúdez de Castro- tiene claro que el ganador "seguramente sea un cliente". Y por eso el motivo de felicidad para Corzo es doble, ya que "en el barrio hay mucha gente que lo necesita. Es un barrio de trabajadores y hay mucho paro".

Se trata de la primera vez que Corzo da un premio de la lotería de Navidad, aunque ya hace unos años dio uno de varios miles de euros a través de la Primitiva. "Creo que fueron unos 80.000 euros", explicaba, mientras recibía las felicitaciones de clientes y comerciantes de locales cercanos a su bar.