Una semana después de la madrugada negra del pasado domingo, Asturias sigue contando focos nuevos de incendio forestal. El recuento de los fuegos activos pasó de los nueve de media mañana a dieciséis a última hora de la tarde. Ahora, en vísperas del retorno de la lluvia, previsto para mañana con la compañía de una alerta por fuerte viento sur, permanecen activos un total de 20 incendios forestales, de los que ocho están controlados. Mientras el riesgo de incendio mantiene para hoy el nivel "extremo" por la estabilidad de las condiciones del tiempo, los servicios de extinción tenían ayer pendientes de dominar fuegos en el occidente -en Torga (Ibias) y Brañasivil (Salas)-, el centro -Soto de Ribera, Noreña y Urbiés (Mieres)- y el oriente, en las inmediaciones de la Olla de San Vicente -junto al cauce del río Dobra, en Cangas de Onís- Nueva (Llanes) y Benia de Onís.

Fuentes del Servicio de Emergencias del Principado dan por dominados algunos de los peores de los últimos días, incluidos el de La Roza, en Parres, donde aún permanecen restos del helicóptero de extinción que se estrelló el martes, causando la muerte del piloto José Antonio Rodríguez, o los rescoldos de lo más crudo de las llamaradas del pasado fin de semana en el entorno de La Caridad y en la vecina Arancedo, ambos en El Franco. También están bajo control las llamas de Loza (Coaña) o La Barrosa (Tapia), Porrimán (Morcín), La Riera (Cangas de Onís), o el pico Macicón, en Ponga.

El incremento del número de fuegos activos responde al nivel de riesgo, que aún será "extremo" hoy en casi toda la región según la escala de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El Principado mantiene asimismo la prohibición de todo tipo de quemas, con su nivel de peligro en un cuatro sobre cinco mientras el pronóstico del tiempo prolonga la apuesta por la estabilidad, con las temperaturas máximas rozando los 19 grados y el viento del sur sin lluvia, condiciones aptas todavía para la propagación del fuego. Con el cambio de semana, entre el atardecer de hoy y mañana, el ambiente vira hacia la probabilidad de precipitaciones de cierta intensidad y la cota de nieve en descenso hasta los 1.300 metros, aunque todo eso se combinará con un inquietante aviso de vientos muy fuertes, todavía del sur y particularmente intensos en la franja montañosa meridional.

La Cordillera y los Picos de Europa estarán en alerta amarilla esta tarde en previsión de rachas de hasta 90 kilómetros por hora y el nivel de aviso y la velocidad ascenderán durante la primera mitad del día de mañana hasta el aviso naranja -de peligro "importante"- por la posibilidad de que los vientos lleguen a rondar los 110 kilómetros por hora.

Al epicentro del peligro de incendio forestal se sumó ayer, mientras tanto, Cantabria, donde el avance de las llamas en el valle de Toranzo y Bárcena Mayor llevó al Gobierno regional a solicitar el apoyo de un hidroavión del Ministerio de Medio Ambiente.