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Los incendios que arrasan Asturias

Los ingenieros forestales rechazan causas naturales en el origen del fuego

Los expertos aseguran que la falta de gestión y limpieza de los montes ha sido clave en la propagación de las llamas

David Barraso.

Los incendios que arrasan Asturias tienen su origen en la acción del hombre, bien sea intencionada o por negligencia, que será lo que concluyan las investigaciones que se están realizando. No cabe otra explicación, según afirmó ayer David Barraso Romero, decano territorial de Asturias del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. Las condiciones meteorológicas y el abandono de los montes favorecieron que una parte del Principado se convirtiera ayer en un infierno, por segunda vez en diez días y sin que en ese tiempo se hayan apagado definitivamente las llamas.

"Los incendios forestales sólo tienen dos causas, las naturales, que salvo excepciones sólo puede ser un rayo, o las antrópicas, que son las provocadas por el hombre, y que pueden ser accidentales, por negligencia o intencionadas". Así resumió ayer Barraso el origen de los incendios en la región, y añadió que "por las condiciones climatológicas, pueden ser todas juntas y que se hayan mezclado".

El viento y el calor han influido en la propagación de las llamas, pero hay otro factor igual de agravante: el abandono de los montes y la falta de labores tradicionales, lo que facilita la continuidad del fuego en horizontal y en vertical, por las copas de los árboles.

"Lo que está ocurriendo no es una sorpresa. Si se unen el calor y el viento a la falta de inversión en gestión forestal y la simultaneidad de incendios, el resultado es el que vemos. Pero en Asturias se invierte más en extinción que en la prevención", afirmó David Barraso.

Las causas de estos incendios forestales pueden ser múltiples. "Desde una quema controlada de matorrales que por el viento se descontrola hasta por una cuestión de venganza personal", explicó Barraso, quien durante un tiempo realizó estudios sobre la causalidad del inicio de fuegos en el monte.

Hay otro fenómeno que los expertos en incendios forestales no pierden de vista: el efecto llamada. "A veces ocurre que personas que tienen algún problema y tienen intención de provocar un incendio, cuando ve este tipo de noticias se siente más atraído o simplemente se decide a llevar adelante su propósito".

Pero al igual que el resto de expertos consultados, Barraso advirtió de que "hay que esperar al resultado de las investigaciones antes de aventurar las causas de estos incendios".

El Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales ya ha exigido en varias ocasiones una política de inversión forestal que permita "gestionar, aprovechar y valorizar uno de los activos más importantes de generación de riqueza que tiene Asturias y se daría una gran oportunidad de desarrollo al medio rural", explicó ayer el decano territorial. Según los ingenieros técnicos, "la gestión forestal proporciona productos naturales, ecológicos y renovables, crea puestos de trabajo, ayuda a luchar contra el cambio climático, evita incendios o permite apagarlos más rápidamente y ayuda a conservar la biodiversidad del medio rural". E insistió en que "hay que planificar las zonas de riesgo de incendio forestal y trabajar de manera coordinada y consensuada con todos los estamentos implicados".

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