La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

VICTORIA CARBAJAL | Letrada avilesina, secretaria de Abogadas para la Igualdad

"Si a las chicas aún les decimos que sin celos no hay amor, tenemos un problema"

"Lo primero que necesita una mujer maltratada es que todos los que la atiendan sean expertos, y eso es imposible con los recortes realizados"

Victoria Carbajal. IRMA COLLÍN

La letrada avilesina Victoria Carbajal es la secretaria de Abogadas para la Igualdad, la primera asociación de mujeres juristas que se constituyó en el Principado, e integrante del Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Instituto Asturiano de la Mujer. La abogada manifiesta en esta entrevista su preocupación por los recortes de los últimos años en la asignación de recursos a la violencia machista y por que algunos representantes políticos estén cuestionando la ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que ha cumplido su primera década en 2015.

-Los últimos datos del Observatorio contra la Violencia de Género reflejan que este año se han producido más denuncias y solicitudes de órdenes de protección. ¿Va el maltrato en aumento o se denuncia más?

-Se denuncia más y eso tiene mucho que ver con la publicidad que se está haciendo, con el trabajo que se viene realizando desde los centros asesores. No creo que haya más maltrato.

-Usted llegó a aseverar que la Audiencia Provincial estaba absolviendo delitos claros de violencia de género. ¿Ha habido cambios en este sentido?

-Afortunadamente ha cambiado el criterio de la Audiencia. Esto tiene que ver con algunas sentencias del Supremo, que establecía ya desde 2010 que los maltratos de obra obviamente eran el maltrato del artículo 153 del Código Penal. Y también porque han cambiado los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que es la que se hace cargo de ello; se ha producido un cambio de interpretación. Afortunadamente, ahora sí se considera el empujón o el tirón de pelos maltrato de obra sin causar lesión. Hemos avanzado desde 2012.

-La reforma del Código Penal en materia de violencia machista es...

-Horrorosa. Se han quitado las faltas. Había un tanto por ciento muy elevado de cuestiones de violencia de género en las que no se podía acreditar la agresión y el caso se quedaba en una falta de vejaciones, normalmente por insultos. Si no se podía probar la agresión, siempre se podía acreditar el insulto, y se acababa condenando al agresor por una falta de vejaciones. Lo que buscamos es la protección de la mujer, independientemente de la pena.

-Al Juzgado número 5 de Avilés están llegando casos de acoso y de delitos contra la intimidad por parte de parejas muy jóvenes, ¿qué está fallando?

-A las chicas se les sigue enseñando el mito del amor romántico, se les sigue explicando que en una relación si no hay celos no hay amor, que está muy bien que los chicos les digan que no se pongan minifalda porque eso implica que les importa... Para colmo, se nos está intentando vender desde la representación política que hay que segregar por sexos porque las mujeres necesitamos una educación diferente vendiéndonos que aprendemos de forma más rápida. En esta época del año también se percibe claramente.

-¿A qué se refiere?

-A lo de siempre. En las revistas de juguetes de todos los centros comerciales siguen apareciendo las páginas rosas para las niñas y las azules para los niños. Para ellos promocionan juegos relacionados con la informática, la construcción, artículos para ejercitar el cerebro y las neuronas. A nosotras nos siguen metiendo por los ojos juguetes relacionados con los cuidados, las muñecas, las planchas, las cocinitas y demás. Mientras eso no se corrija, vamos a avanzar poco.

-Y también está a la orden del día el uso de la violencia a través de las redes sociales entre la población joven.

-Sí, además es algo muy difícil de probar. Las personas expertas en violencia estamos muy volcadas en el tema de la prueba electrónica por varios motivos: no hay medios, porque la Policía no tiene instrumentos para dedicarse a localizar direcciones IP y cuestiones de este tipo, por lo que tenemos que tirar de pantallazos de ordenador de un Facebook en el que se está insultando o acosando a una chica, una prueba que te pueden impugnar. Además, en el momento que hay denuncia el acosador retira eso inmediatamente de Facebook, por lo que es muy complicada la prueba. Hay muchas chicas que consideran que tienen su vida acabada por la difusión de imágenes íntimas suyas.

-¿Está trabajando en este sentido el Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Principado de Asturias?

-Creo que lo está intentando. Se trata de una institución joven y recientemente se ha producido un cambio en la dirección del Instituto de Políticas de Juventud, que ahora se está asentando.

-¿En qué está centrado?

-En la última reunión que tuvimos se incidió mucho en invertir en educación. Pero la carencia de medios es evidente.

-¿Se refiere a la merma del presupuesto para este tipo de políticas en los últimos años?

-Así es, los mayores recortes se centraron ahí. No hay medios para contratar a psicólogas especializadas en este tipo de casos. Ya no hablemos de casas de acogida, y de otros medios.

-En Asturias hay ocho dispositivos activos para controlar las medidas de alejamiento, ¿sólo ocho las necesitan o también tiene esto que ver con la carencia de medios?

-No hay dispositivos suficientes, y con los que contamos no son de buena calidad, se estropean habitualmente, lo que también reduce la forma de proteger a las mujeres.

-¿Qué necesitan las víctimas desde el momento en que deciden denunciar?

-Lo primero que necesita una mujer maltratada que va a poner una denuncia es que todas las personas que la atienden desde el primer momento que accede a la Comandancia de la Guardia Civil o a la Jefatura de Policía sean expertas, que estén sensibilizadas con este asunto. En muchos casos no es así. Tenemos que ser realistas y soy la primera que critica mi propia profesión. Se pueden tener los conocimientos jurídicos suficientes para llevar este tipo de asuntos, pero eso no quiere decir que sean expertos en la materia. Lo mismo se puede decir de la Policía. Cuando está operativo el Servicio de Atención a la Familia (SAF) en horario normal, no hay ningún problema. Pero si vas un fin de semana o a las tres de la madrugada, no está operativo. La persona que recoge la denuncia no tiene por qué ser experta. Y esto es porque no hay recursos suficientes para tener activo el servicio las 24 horas. En los juzgados ocurre lo mismo. Si te toca el Juzgado de guardia para la comparecencia de la orden de protección, quien te atiende tampoco tiene por qué ser experto en violencia machista. Hay muchas carencias en ese sentido.

-¿La situación se ha agravado en los últimos años por los recortes?

-Efectivamente. Por los recortes, principalmente, y porque a día de hoy todavía algún político o política de algún partido no han entendido en qué consiste la ley integral. Todavía se plantean por qué tienen que ser mayores las penas si es el hombre el maltratador, en vez de cuestionarse por qué son asesinadas tantas mujeres o por qué tantas denuncias acaban retirándose.

Compartir el artículo

stats