La propuesta pública del secretario general de Podemos Asturias, Daniel Ripa, de que la formación morada facilite a IU la obtención de un grupo propio en el Congreso ha sido acogida con cierto escepticismo por la coalición. El portavoz parlamentario de IU, Gaspar Llamazares, asegura que "agradece" el gesto, pero considera que es más "para la galería" que un acercamiento real, en un contexto de fuerte confrontación entre los dos partidos de izquierda. "Nos gustaría que Podemos tendiera una mano a IU, pero no una mano al cuello", afirma el diputado regional, que considera que la propuesta de Ripa "busca un efecto mediático, electoral", ya que "no se puede llevar a la práctica, porque Podemos no nos puede ceder porcentaje de votos, necesario para formar grupo propio. Eso sólo lo podrían hacer partidos que no contaran con grupo propio en el Congreso".

Mientras Podemos Asturias defiende que la propuesta de ayudar a IU busca corregir los defectos de la ley electoral y dar respaldo en el Parlamento a los votantes asturianos de la coalición, a Llamazares le parece que no hay una intención real de acercamiento. "No lo han hablado con nosotros, e incluso creo que ni siquiera se planteó en el órgano de dirección de Podemos. Parece, más bien, que pretenden mostrar que hay una IU buena, encarnada por Alberto Garzón, y una IU mala, que encarno yo y otros dirigentes, igual que Pablo Iglesias hace un llamamiento al PSOE sensato, frente al PSOE insensato. Primero nos ningunean, asegurando que en Asturias hay un pacto del PSOE con el PP, y a renglón seguido le tienden la mano a IU, como para perdonarnos la vida. Parece que quieren mostrarle a los votantes que ellos tienen buen rollito, y el malo soy yo", afirma.

Las relaciones entre Podemos e IU en Asturias pasaron de frías y lejanas a francamente hostiles en los seis meses que lleva la legislatura, la más fragmentada de la democracia en Asturias. En Oviedo, donde comparten gobierno, los cruces de críticas son constantes, y en el Parlamento regional se llegó, incluso, al punto de la disputa personal en los pasillos. Para Llamazares, con la prórroga presupuestaria ya en marcha, es indispensable "reconstruir las relaciones políticas y personales" entre los grupos de izquierda en la Junta, e intentar hablar de los asuntos que hay sobre la mesa, como la reforma fiscal o la del sector público. "Tenemos un año para intentar alcanzar una mayoría plural en la Junta. En caso contrario, veo en el horizonte nuevas elecciones, porque una segunda prórroga en 2017 sería insostenible".