Un ganadero asturiano, vecino de Peñamellera Baja, ha declarado ante la Guardia Civil por su presunta relación con el origen de un incendio registrado el 19 de diciembre en el municipio cántabro de Peñarrubia, en el área que hace frontera con Asturias al otro lado del desfiladero de La Hermida. Las pesquisas del Servicio de Protección de la Naturaleza del Instituto Armado (Seprona) les llevaron al otro lado del río Deva, al domicilio del investigado, al que se han abierto diligencias como supuesto responsable de un delito de incendio forestal. El segundo presunto implicado en los grandes fuegos de diciembre -el primero es también asturiano, un vecino de Oviedo arrestado en un monte de Villaviciosa- tiene 31 años y cabras que pastan en la zona afectada por las llamas, según fuentes de la Guardia Civil. En plena oleada de quemas avivadas en toda la Cornisa Cantábrica por el potente viento del sur, en el paraje conocido como Riega de Estragüeña ardieron 116 hectáreas pobladas de tejo, haya, roble y encina, además de monte bajo y pasto.

El Seprona llegó hasta Peñamellera Baja tras constatar que el área donde se desató el foco principal del fuego no tiene un acceso artificial, que para adentrarse en ella es necesario cruzar el río Deva a pie y que en el momento de los hechos no tenía, como consecuencia de la sequía de esos días, un cauce relevante. El lugar tiene paredes muy escarpadas por donde las llamas se propagaron inmediatamente por la pendiente, alentadas por el viento y llegando a generar una mancha quemada que superó las cien hectáreas.

El interés ganadero que los pastos de la zona tienen para el investigado condujo a los investigadores hacia el por el momento único implicado en el origen del fuego. Con estos y otros datos recabados durante las pesquisas, el Seprona instruye las correspondientes diligencias por la posible conducta delictiva que serán remitidas al Juzgado de San Vicente de la Barquera.

Los datos relevantes para la investigación fueron aportados tanto por agentes del Medio Natural de la Dirección General del Medio Natural del Gobierno de Cantabria como por la propia Guardia Civil. El Seprona mantiene las indagaciones sobre la avalancha de incendios que quemaron el mes pasado grandes extensiones de terreno en toda la Cornisa y que se consideran en su mayor parte provocados.

El Instituto Armado, que pide colaboración ciudadana para localizar a los responsables, reforzó la investigación sobre los incendios en Asturias enviando a la región, ya tras la primera gran oleada de fuegos, a agentes de la Unidad Central Operativa Medioambiental (UCOMA), especialistas en este tipo de casos. Dada la extensión de las áreas calcinadas, las pesquisas hubieron de dividir la región en varias zonas en las que se desplegaron equipos multidisciplinares, dedicados a fijar los puntos de origen del fuego y determinar sus características para tratar de encontrar a los autores.