José Manuel Álvarez, "Pravia", es matemático e historiador, profesor jubilado, antiguo militante comunista encarcelado por el franquismo, fundador de Izquierda Unida y apasionado investigador de la vida y obra del matemático ilustrado lastrín Agustín de Pedrayes. Dejó de militar políticamente en 1987, pero no se ha callado. "No me callé nunca en los partidos, no voy a empezar a estas alturas".
-¿Cómo se presenta?
-Yo ahora soy profesor de Matemáticas jubilado. Como también soy licenciado en Historia, he hecho bastantes trabajos sobre historia de la ciencia. Mi trayectoria política terminó en 1987, así que ya llovió. Milité en el PCE desde 1965, estuve dos años y medio en la cárcel y año y medio castigado en la mili, fui expedientado en la Facultad de Ciencias y en la de Letras? Tuve una vida agitada, sin duda.
-¿Por dónde se va de la Historia a las Matemáticas?
-Fue al revés. Yo estudiaba Ciencias, pero como en la cárcel no me dejaban continuar con la carrera, me matriculé en Historia. Desde allí era más difícil estudiar Ciencias, porque la mayor parte de las asignaturas llevaban prácticas.
-¿Por qué Pedrayes?
-Ya desde los noventa, mientras daba clases en Madrid, yo había hecho estudios sobre curvas matemáticas y trabajos sobre historia de las matemáticas relacionada, sobre todo, con científicos españoles. Cuando vine a Oviedo, fui conminado por el Gobierno del Principado que presidía Vicente Álvarez Areces -por cierto, uno de los que participaron en mi expulsión del PCE en los setenta- a ayudar a elaborar un portal digital de personajes asturianos. Hicimos y presentamos el proyecto, pero a la tercera vez que Jorge Fernández León -entonces, viceconsejero de Cultura- me dijo que lo volviera a llamar desistí, porque yo aquello no lo hacía por interés personal. Entre esos personajes expurgué a los matemáticos, y uno de los que más me llamó la atención fue Pedrayes, que fue una auténtica figura en el siglo XVIII español. Empezamos a investigar, en la Biblioteca Nacional encontramos un manuscrito suyo de 280 páginas, y muchas otras referencias, entre ellas, en una Universidad alemana, un documento en el que Gauss, el matemático más importante del siglo XIX, cita a Pedrayes. Hemos transcrito el manuscrito, lo hemos encuadrado en la época y eso es lo que ahora queremos publicar.
-Y van a poder, aunque no sin dificultades.
-Sí. Ahora viene lo que yo llamo el "sainete de Colunga". Como Pedrayes era natural de Lastres, y aprovechando que en febrero se cumplió el doscientos aniversario de su muerte, Álvaro Ruiz de la Peña -director del Instituto Feijoo- y yo nos dirigimos al Ayuntamiento de Colunga para tratar de editar el libro y organizar un ciclo de conferencias. Nos preguntaron cuánto podía costar y les dijimos entre 5.000 y 6.000 euros. Esperamos, no se nos ponían al teléfono y cuando al fin la oposición llevó el asunto a un Pleno el Alcalde contestó que habíamos pedido de 50.000 a 60.000 euros y que no era asumible. Eso quedó ahí, no mostraron más interés a pesar de aclarar el supuesto malentendido. A la Consejería de Cultura le mandamos un proyecto y tampoco contestó. Del Ayuntamiento de Oviedo estamos pendientes de respuesta, la Universidad sí hizo su aportación, igual que la Fundación Masaveu y la Caja Rural... Se va a publicar.
-¿Por eso dice que la cultura en Asturias es un erial?
-Que nos digan si no qué hacen, aparte de los viajes a Nueva York para escuchar música de la anterior consejera de Cultura. Qué hacen aparte de rehabilitar casas de amiguetes o apoyar iniciativas de cultura gastronómica. Hay que decir que en este asunto de Pedrayes nosotros no íbamos a ganar ni un euro, algo que, por otro lado, sería lo normal? En Asturias no se valora el patrimonio histórico y cultural, por eso digo que es un erial. Si preguntáramos a la gente quiénes fueron Campomanes, Martínez Marina, Argüelles, el conde de Toreno o Flórez Estrada, dirían que son calles. Y fueron personajes muy importantes en la vida de España. Eso es lo que más me indigna, deberíamos valorar mucho más lo nuestro.
-¿Qué queda de aquel compromiso político?
-Tengo mi propio pensamiento, participo en una plataforma con gente muy heterogénea que llamamos "Asturias por la unidad" y estoy preparando un trabajo sobre las elecciones para demostrar, desde el punto de vista matemático, que las encuestas están mal hechas, o cómo a veces la pasión de los que las hacen los lleva a cometer errores. Desde 1977, los electores castigan la desunión y priman la unidad? Las opciones que quieran tener un cierto éxito electoral deberían unirse.
-Pero ahí el problema es quién se come a quién.
-Y seguirá siendo un problema mientras no se entienda que los partidos son instrumentos y no fines en sí mismos y que además no pueden suplantar las ansias de la ciudadanía. La desafección hacia los partidos es tan grande que el interés por la política, que ha crecido, ya no se canaliza a través de los partidos, que están llenos de arribistas, de oportunistas y de incompetentes. Sería bueno que tuvieran un buen manual de lucidez y otro contra la ignorancia. La pobreza mental es enorme.
-¿La política es otro erial?
-La dirección, sí. Estoy convencido. Yo no digo que todos sean iguales, ni mucho menos, también hay gente muy preparada; pero de manera muy general se puede decir que la clase política es bastante ignorante. Se da poco protagonismo a la gente mejor preparada y mucho a quienes mejor se manejan en el aparato y en el regate corto.
