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El inminente cambio de ciclo duplica la llegada de tesis a la Universidad

La nueva regulación obliga a los alumnos que hayan iniciado sus proyectos antes de 2011 a defenderlos en menos de un mes

El inminente final del plazo de presentación de tesis doctorales bajo los criterios de una regulación que está a punto de extinguirse ha acelerado notablemente el ritmo de recepción de proyectos en la Universidad de Oviedo.

La nueva regulación establece que los doctorandos que comenzaron sus estudios bajo el plan antiguo han de leer sus trabajos como muy tarde dentro de exactamente un mes, el 11 de febrero, y eso ha multiplicado al menos por dos el número de tesis en trámite en la institución. En la comisión de doctorado que la Universidad celebra cada mes se percibe esa inusual avalancha de trabajos y la vicerrectora de Internacionalización y Posgrado, Covadonga Betegón, confirma que la cadencia de llegada de proyectos "puede haberse duplicado, tranquilamente", en los últimos meses de acelerón de los alumnos que tenían la tesis empezada y se vieron en la obligación de apretar el paso ante la inminencia de un cambio de ciclo que modifica la regulación y que de no presentar el trabajo a tiempo les explusaría, obligándoles poco menos que a devolver el proceso al punto de partida. El apurón atañe a los estudiantes que habiendo comenzado sus estudios de doctorado antes de febrero de 2011, fecha de publicación del Real Decreto que modifica el marco normativo del tercer ciclo de la enseñanza universitaria para adaptarlo a las exigencias del Espacio Europeo de Educación Superior, no hayan defendido aún sus tesis.

La moratoria de cinco años que se les concedió entonces expira exactamente dentro de un mes y quienes no cumplan el plazo quedarán excluidos del programa. La carga de trabajo extra que soporta desde hace algún tiempo el servicio de posgrado se explica por la advertencia de que quienes no lleguen a tiempo quedarán fuera del programa y "habrán de volver a empezar el proceso bajo una nueva regulación", precisa Betegón.

Al analizar las innovaciones de la modificación legislativa, la vicerrectora agradece que entre los cambios introducidos en la gestión de los estudios de doctorado figure la incorporación de "un mayor control del desarrollo de la tesis", por ejemplo a través de la exigencia de que los doctorandos superen una evaluación anual que en el plan anterior no existía. Eso acorta plazos y evita, a su juicio, las situaciones hasta ahora muy comunes de tesis cuyo avance se dejaba al albur del ritmo del alumno, dando a luz a veces a largos proyectos que "se sabía cuándo empezaban, pero no cuándo se terminaban". "Ahora se pretende", apostilla Betegón, "que los estudios de doctorado sean como cualquier otros en la Universidad", que tengan fijado con algún rigor su inicio y final.

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