Ana Boto, la abogada del histórico sindicalista minero y dirigente socialista, José Ángel Fernández Villa, se ha referido este lunes a los importantes problemas de salud que padece su cliente y que le impiden declarar en cualquier juzgado. No sólo eso, Boto ha revelado que incluso ella tiene dificultades a la hora de entenderse con él.

"Para que se hagan una idea, yo tengo muchos problemas de comunicación con él, no he podido ni preparar la defensa", ha explicado a los medios de comunicación en las inmediaciones de los juzgados de Oviedo, después de que la juez del juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, María Simonet Quelle Coto, decidiese suspender la declaración como imputado de Villa, una vez examinado el informe forense que había solicitado.

Boto, que ha recordado que ella no puede desvelar las cuestiones de salud de su cliente porque pertenecen a su intimidad, sí ha explicado que ellos ya habían presentado un informe del servicio de Neurología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) pidiendo la suspensión.

Ha reconocido que se trata de una defensa peculiar, la que tiene que hacer, ya que tiene que basarse en documentos, al no poder conocer la versión de los hechos de Villa.

El sindicalista, según Boto, lleva años padeciendo una enfermedad y a tratamiento. "Los pronósticos de mejoría son muy malos, es algo irreversible y progresivo", ha indicado, explicando que su enfermedad le incapacita para declarar. Preguntada sobre si cabe la posibilidad de que pueda comparecer algún día, Boto ha dicho que ojalá fuese así porque eso significaría que estaría en situación de defenderse.

Villa había sido llamado a declarar este lunes por una querella interpuesta por el sindicato SOMA-Fitag-UGT y el instituto Infide contra él por un presunto delito de apropiación indebida.