La "falta de motivación", la "escasa capacidad de esfuerzo" y la propensión al absentismo de los estudiantes de algunos primeros cursos de Universidad son "una perversión, por no decir una aberración", cuando se predican sin concreciones de un colectivo que se ve a sí mismo "generalmente bien formado". Los alumnos cuestionan así el retrato de los primeros cursos universitarios que a instancias del Consejo Social de la Universidad han pintado los profesores de las asignaturas con más alto nivel de suspensos e invitan, para empezar a atajar los posibles fracasos, a revisar la idoneidad del proceso de adaptación del sistema educativo español a las exigencias del Plan Bolonia.
Raúl Carbajal es el representante de los alumnos en el Consejo Social, cursa Formación del Profesorado y Educación y se enfrenta a las consideraciones de los docentes sobre la supuestamente baja formación preuniversitaria mirando hacia Bolonia. El Espacio Europeo de Educación Superior trajo tras de sí, afirma, asignaturas anuales convertidas en semestrales o trimestrales, "un aumento en la velocidad del proceso de enseñanza y aprendizaje y un mayor número de tareas y pruebas del conocimiento. Los horarios en muchas ocasiones son antipedagógicos y no favorecen el correcto aprendizaje", asegura.
No forma parte de su solución, como apunta algún docente en los informes del Consejo Social, hacer más dura la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). No al menos, precisa, sin antes "haber estudiado la situación real del sistema educativo asturiano". Él no pondría pegas a la confección de "un plan estratégico a nivel autonómico en materia educativa para paliar estas necesidades", pero considera que "la existencia de filtros no garantiza en ningún modo que no haya asignaturas de bajo rendimiento. Se ha demostrado que la disponibilidad psicológica positiva hacia los estudios que se cursan tiene relación con la tasa de éxito en ellos". Pero añade que "en el proceso de aprendizaje, los alumnos son el producto y la 'víctima' del sistema. Endurecer los filtros sería algo así como poner doble cadena al reo, una por no haber adquirido los conocimientos y capacidades necesarias y otra por no haberles permitido llegar a la educación superior y superar esas lagunas académicas y personales".
Los profesores de las asignaturas con más baja tasa de rendimiento, 153 que no alcanzaron el cincuenta por ciento de aprobados en el curso 2013-2014, han llamado la atención sobre la concentración de estas materias en los primeros cursos de los grados y han reclamado más exigencia en las pruebas de acceso, más "cursos cero" en las carreras para facilitar la transición desde la secundaria y el bachillerato o en general mejores estrategias de coordinación externa de la Universidad con los centros de la enseñanza preuniversitaria e interna para adecuar la estructura de los planes de estudios a las capacidades del alumnado. Algunos de esos instrumentos ya se han puesto en práctica, precisa Carbajal, y son por ejemplo "planes de acción tutorial, que están insertos ya en todas las facultades y escuelas universitarias y que refuerzan esa coordinación".
