El informe de los dos forenses que examinaron a José Ángel Fernández Villa el pasado viernes no puede ser más claro. Presenta "síntomas de deterioro cognitivo que le hacen imposible ser oído en declaración". El informe, que sirvió para que la magistrada que instruye la querella del SOMA por apropiación indebida, ratifica el contenido del informe del servicio de Neurología presentado por la defensa. Ese deterioro cognitivo tiene además "una componente comportamental y anímica", predominando síntomas de tipo depresivo, junto con "falta de crítica, déficit de la memoria y la concentración".

La juez no debe tenerlas todas consigo, porque ha pedido que declare el próximo viernes el notario que certificó un poder notarial otorgado por Fernández Villa el pasado mes de noviembre, y según el cual le encontró en condiciones físicas y mentales para realizar ese acto jurídico. La juez quiere saber qué elementos llevaron a pensar al notario que Villa estaba en pleno uso de sus facultades.