"Esto acaba de empezar. Superasteis el primer repecho de un largo trayecto. Cubridlo con tesón y humildad, que es la virtud que más gusta a los dioses".

La ceremonia de entrega de los premios al rendimiento y al esfuerzo personal en la ESO, el Bachillerato, la FP superior y las Enseñanzas Artísticas fue ayer un punto y seguido en la trayectoria de cuarenta de alumnos asturianos brillantes. Algunos, no por sus expedientes académicos, sino por su capacidad para sortear dificultades. El consejero de Educación, Genaro Alonso, les recordó que "hay valores que siempre permanecen". La solidaridad y el esfuerzo, por ejemplo, "no pasarán de moda jamás".

El gran momento de la gala, que se celebró en el salón de actos del Conservatorio Superior, en Oviedo, llegó de la mano y de la voz de Patricia Menéndez, una de las premiadas en la categoría de esfuerzo personal. La alumna del IES de Noreña, en silla de ruedas, fue la encargada de dar las gracias en nombre de sus compañeros de galardón y quiso rendir tributo a quienes, a su alrededor "han sido la ayuda que necesitaba en momentos de flaqueza y han sabido acompañarme en el viaje de la vida para derribar barreras arquitectónicas y humanas".

Patricia pidió "que se trabaje por una verdadera igualdad de oportunidades" y finalizó con un agradecimiento especial para los más cercanos. Todos muy importantes, pero como su madre, ninguno. "Ella me ha dado alas" para volar alto. Y fuerte. Y lejos.

Adriana Méndez, premio al rendimiento académico de alumnos de la ESO, dio su particular homenaje a los profesores del Instituto de El Piles, en Gijón, el centro donde estudia. Y, aprovechando la presencia varios cargos directivos de la Consejería de Educación, recordó que todos los esfuerzos en favor de la educación suponen "una clave para construir una sociedad mejor".

Una historia de ilusiones

Los seis premios extraordinarios de Bachillerato tuvieron en Inés Moreno Río, del colegio École (Llanera), a su portavoz. "Hemos trabajado mucho. No fue fácil, y no lo va a ser en el futuro", dijo esta estudiante de Medicina que se considera una chica "con mucha suerte".

La suerte de haber tenido siempre "un buen libro cerca" y un buen sillón para disfrutar de la lectura. La suerte de vivir en un entorno "que me proporcionó todo lo necesario para crecer segura y feliz". No todos se permiten ese lujo del destino. Y la suerte de haber recibido un nutritivo mensaje de su entorno personal: "La certeza de que los sueños se cumplen con el esfuerzo". Un esfuerzo del que Inés reconoció sentirse orgullosa.

Una reivindicación más allá de las notas y los buenísimos currículos académicos. "Nuestra historia no es un expediente, una mancha de tinta sobre el papel blanco". Es una historia en la que tienen mucho que ver "todos aquellos que nos rodean... Somos ilusiones y lo seremos muchos años más".

Néstor Martínez Jara recogió el premio de enseñanzas artísticas profesionales y agradeció "la implicación de mis profesores de tuba". De Astorga a Asturias, como él mismo explicó desde el atril, para seguir estudios musicales y terminar la Secundaria.

El orgullo del esfuerzo

Por último, Pastora Uría habló en representación de los alumnos premiados de la FP superior. Defendió "el orgullo del esfuerzo" y la necesidad de un camino de formación que en realidad no tiene final concreto. "Ante nosotros se abre un amplio campo de conocimiento que va a durar mucho tiempo".

El consejero Genaro Alonso echó mano de un símil deportivo. En la vida "hay que sudar la camiseta". Se puede ganar o perder, pero la frontera entre la heroicidad y la villanía no está en los resultados, sino en la capacidad para "dejarse la piel" en el intento.

"Vosotros sois nuestros héroes", proclamó Genaro Alonso en relación a todos los alumnos premiados. Sus resultados son -dijo el Consejero- "la recompensa de todos", con énfasis en el profesorado asturiano "que ejerce su trabajo con la máxima dedicación y calidad".

Entre los premiados, alumnos de institutos públicos, de colegios privados concertados y de colegios privados. El sistema educativo asturiano es homogéneo, y ésa es una de sus fortalezas.