Como todos los demás vecinos de Sotres, Tomás Fernández, guarda del refugio de Urriellu y concejal socialista en Cabrales, ha llenado su arcón (congelador) y su despensa y está preparado para permanecer hasta un mes y medio aislado, si se hiciera necesario. Ayer llegó la nieve a este pueblo, situado a 1.050 metros de altitud, lo que le convierte en el más alto de la comarca oriental. "Históricamente, los vecinos hacemos las compras con antelación, en noviembre o a primeros de diciembre. Antes matabas corderos, cerdos, ovejas o cabras y lo echabas en sal, y comprabas o cortabas leña y hacías acopio de carbón y forraje para los animales", señaló ayer Fernández.

Ahora en todas las casas hay, como mínimo, un congelador con carne, pescado y otros alimentos. Tampoco falta la harina, por si hay que hacer pan en la cocina de leña, al modo tradicional. Son costumbres que se mantienen, aunque en los últimos años la máquina quitanieves viaja casi a diario a Sotres. No obstante, los vecinos sólo "bajan" a Arenas o a Carreña si resulta absolutamente necesario, pues el riesgo de aludes en la carretera es grande. Pese a ello, los niños del pueblo, igual que los de Tielve, se ven obligados a viajar cada día en microbús hasta Arenas al colegio. El mayor "problema" siguen siendo las medicinas y las urgencias médicas, "pero ahora hay medios aéreos y no suele haber problemas", añade Fernández.

"Lo de que la nieve es necesaria lo veo como una película", apunta, por su parte, Carlos Cobrana, vecino de El Valle (Somiedo), con una explotación con 125 cabezas de ganado. Cobrana recuerda bien la nevada del año pasado, que cubrió el pueblo con más de dos metros de nieve durante semanas. Para dar de comer a sus animales, tardaba dos horas en llegar a la cuadra, y reconoce que las pasó canutas: "Si empieza a nevar fuerte nos causa mucho trastorno", señala. Lo único bueno que observa en los temporales de invierno es que la carretera de acceso al pueblo está abierta a primera hora de la mañana con la quitanieves del Ayuntamiento, "y si viene muy gorda mandan la turbina del Principado", señala.

La lluvia también generó ayer algunas incidencias en Asturias. Los vecinos de Carbayín quedaron parcialmente incomunicados tras anegarse la carretera SI-11 (Carbayín-Valdesoto), en la zona de El Bayu. Un problema recurrente, que los vecinos y el Ayuntamiento de Siero achacan a una deficiencia en una próxima vía férrea, que ya motivó graves inundaciones y varias protestas el invierno pasado. Nel Ánxel Palacio, alcalde de barrio de Santa Marta de Carbayín, y Víctor Fernández, presidente de la asociación "La Malpica", cargaron con dureza contra el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que meses atrás había dado por resuelto el problema. "Se limitaron a asegurar la vía, para que no se hundiese, y dejaron tirados a los vecinos", afirmó Fernández. El alcalde de Siero, el socialista Ángel García, achacó también a Adif la responsabilidad de la inundación y confirmó que ha exigido a la entidad que envíe un equipo de trabajo a la mayor brevedad posible para frenar la inundación y limpiar la zona.

En las estaciones de esquí, Fuentes de Invierno abre hoy sus instalaciones mientras en la estación lenense de Valgrande-Pajares los esquiadores ya pudieron ayer calzarse las botas y acoplar sus esquís y tablas de snowboard, con 4,8 kilómetros de pistas abiertos en una jornada que arrancó con ocho puertos con cadenas.