La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ENRIQUE BERNÁRDEZ | Geólogo asturiano, coautor de la investigación sobre un supervolcán

"Si Yellowstone entra en erupción será poco menos que el fin de la humanidad"

"El origen del último supervolcán podría localizarse en el fondo marino de Asturias, en Galicia o en Francia"

Enrique Bernárdez, en Chile. UNIVERSIDAD DE ATACAMA

El geólogo asturiano Enrique Bernárdez es uno de los cinco investigadores que acaban de revelar que un supervolcán arrasó la península Ibérica hace 477 millones de años. El estudio, publicado en la revista Tectonophysics, señala que una gigantesca erupción de tipo "colosal" -alcanzó un 6 en la escala volcánica que va del 1 al 8- llenó de cenizas la costa de un gran continente llamado Gondwana y que en los tiempos actuales se corresponde con el norte de España. En el descubrimiento, según explica el profesor de la Universidad de Tacama (Chile), han sido claves las muestras recogidas en la región. En concreto, en el túnel del Fabar, mina Conchita y la antigua explotación de Peñaflor. En los próximos meses, Bernárdez comenzará a trabajar en el Occidente, con el fin de localizar la capa de cenizas.

-Acaban de conocer que la península Ibérica sufrió una fuerte erupción volcánica. ¿Asturias jugó un papel clave en el hallazgo?

-Buena parte de las muestras que hemos estudiado son asturianas. De cuatro, tres fueron recogidas en el Principado y una en Barrios de Luna (León). Además, hemos tenido otros muchos datos en cuenta extraídos en la región, como las medidas de espesor de la capa. Esto es debido a que los afloramientos están mejor representados en Asturias que en otras zonas. En León, la era Paleozoica -o Primaria- sólo se localiza en la zona norte, mientras que en Asturias está presente en prácticamente toda su extensión, salvo en la costa del Jurásico. Esto no quiere decir que en León no haya materiales de esa etapa, pero estarán debajo de grandes edificaciones.

-Hay confianza de que la erupción afectase a una superficie superior a la actual: 15.000 kilómetros cuadrados.

-Estamos prácticamente seguros. Digamos que demostramos una parte, pero hay otra probable y otra posible. Probable porque hay afloramientos en Aragón y Galicia, cuyas dataciones son muy precisas y podrían coincidir con las de Asturias y las de León. En un futuro, habrá que precisar la edad de estas formaciones y buscar otras nuevas en el occidente asturiano. Estamos seguros de que en esa área está la capa de cenizas del supervolcán. Y posible son los puntos en Francia e Italia, que también podrían coincidir con la misma capa.

-¿Las investigaciones por el occidente asturiano por dónde van a empezar?

-Buscaremos afloramientos por la costa , porque ahí es donde mejor están expuestas las series al no estar ocultas bajo una cobertura vegetal. En la zona central la capa de cenizas volcánicas fue más evidente por la explotación en los últimos años de caolines -minerales que se utilizan entre otras cosas para la obtención de productos cerámicos de alta calidad-. Pero en el occidente también hubo este tipo de explotaciones. En Viavélez por ejemplo se sabe que hubo una a principios del siglo XX. El problema es que está todo muy mal documentado. Yo me enteré hablando con la gente. Ahora mismo estoy en Chile, pero tengo previsto volver a Asturias en febrero. A partir de ahí empezaré a hacer algún trabajo de campo si el tiempo me lo permite.

-¿Cómo se localiza una capa de cenizas?

-Se trata de caminar y observar. Fijarse muy bien en los afloramientos e ir machacando las series de rocas con un martillo. Es un trabajo de años.

-La capa localizada en el túnel del Fabar fue la que dio el pistoletazo de salida a la investigación.

-Sí, yo participe en las excavaciones y me sorprendió bastante localizar la capa allí, ya que se pensaba que sólo estaba presente en la zona central de Asturias. A partir de ese hallazgo, fuimos a recoger muestras a Peñaflor, a la mina Conchita y a Barrios de Luna. En la Universidad de Oslo se confirmó con un láser que todas eran de la misma época.

-¿Le sorprendió dar con un supervolcán?

-Es el primer trabajo que hago relacionado con un volcán. La verdad es que yo siempre me centré en el estudio de la geología regional y sobre todo de la etapa del ordovícico. Pero el empeño en reconstruir la capa y analizar el volumen de cenizas se lo debemos al geólogo de la Universidad de Salamanca Gabriel Gutiérrez.

-¿Qué consecuencias puede tener esta investigación?

-Lo fundamental de este estudio es que sirve para incrementar el conocimiento sobre el pasado de la Cordillera Cantábrica. Que no es poco; no hay algo más útil que ese conocimiento. Además, demuestra que la capa de caolín puede ser una potencia explotable en otras zonas de la región, que hasta ahora se desconocían.

-¿Saben dónde pudo estar el foco del volcán?

-El origen no podemos determinarlo. Ni siquiera teniendo datos más precisos sobre las capas de cenizas, porque la expansión de estos materiales depende del viento dominante. El volcán pudo haber estado en la zona de Galicia, en la Bretaña francesa o incluso en la plataforma marina de Asturias. Hay que tener en cuenta que el Norte de la península Ibérica -cuando estaba integrada en un continente llamado Gondwana- hace 477 millones de años estaba pegada a Francia. Pero de momento no tenemos ningún criterio para saber dónde está el foco.

-En el túnel del Fabar se localizó una capa de cenizas más gruesa que en Peñaflor o mina Conchita. ¿Quiere decir esto que Ribadesella está cerca del origen del volcán?

-Efectivamente la capa era más gruesa, pero ello podría deberse a la dirección del viento. No tiene por qué estar relacionada con la proximidad del volcán.

-En el estudio aseguran que el supervolcán de hace 477 millones de años acabó con la vida marina. ¿Puede volver a producirse una erupción de estas características y en consecuencia originar una catástrofe?

-Sí, claro. Se cree que la caldera (supervolcán) de Yellowstone, en Estados Unidos, puede ser el siguiente entrar en erupción. De hecho, está bajo vigilancia. Si entrase en acción sería poco menos que el fin de la humanidad.

-¿Por qué saben que Yellowstone puede ser el próximo supervolcán?

-Porque la caldera entró en erupción tres veces y siempre cada 600.00 años. Justo ahora se cumplen 600.000 años de la última, aunque geológicamente esta cifra es bastante imprecisa. Puede entrar en acción ahora mismo o dentro de 30.000 años.

-¿Quiere decir que ahora estamos en peligro?

-Estamos en constante peligro. La vida es un deporte de alto riesgo. Tanto a nivel personal como a escala planetaria.

Compartir el artículo

stats