Mercedes Fernández insinuó ayer que pidió la dimisión a Agustín Iglesias Caunedo por su presunta implicación en la trama del agua pero no tuvo éxito. La presidenta del PP asturiano evitó dar nombres pero sí dijo, rotunda y clara, que algún dirigente de su partido no había aceptado su petición de dimisión, tras ser preguntada por la decisión de la juez Pilar de Lara de citarla a declarar como testigo el 25 de febrero en la instrucción del "caso Pokémon". La explicación no sirvió a algunos partidos, como IU, Ciudadanos y Somos, marca de Podemos en Oviedo, que exigieron medidas más contundentes contra el exalcalde y ahora concejal y presidente de la Junta local ovetense.

"He pedido dimisiones que no se han producido, pero me van a permitir que no sea más explícita", reveló Mercedes Fernández. "Pedí la dimisión a más de uno: de alguno lo conseguí, y costó mucho; de otro, no", se limitó a manifestar la presidenta popular. Fernández afirmó que lleva "año y medio, colaborando, encantada", con la juez instructora de la llamada trama del agua, "y lo seguiré haciendo", dijo en relación a su citación judicial. "Me pidió toda suerte de información de contratos formalizados, que no había; me pidió toda suerte de información acerca de une empresa de productos informáticos, ASAC, de la que facilité todo la información de la que disponía el PP de Asturias", concretó Fernández, quien afirmó que ha trasladado alguna de las peticiones judiciales a juntas locales. Y aseguró que algunos de los requerimientos de la juez De Lara afectan a hechos de etapas anteriores a su llegada a la dirección del PP: "Se han pedido otras cosas que exceden con mucho mi mandato porque traen causa de equipos y organizaciones anteriores", aseguró, en alusión a la etapa de Ovidio Sánchez al frente del PP regional, ya que Mercedes Fernández estuvo alejada de la política desde 2004 hasta el otoño de 2011, cuando Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal apostaron por ella para frenar a Foro.

Las reacciones

Las argumentaciones de la presidenta del PP asturiano no convencieron a otros partidos, que le exigieron ayer mismo medidas más contundentes con Caunedo. Podemos no vaciló en señalar a Asturias como "la Valencia del Norte". Para el portavoz de la formación morada en la Junta General, "los responsables de los casos 'Marea', 'Musel', 'Aquagest' y la operación de los Palacios están convirtiendo Asturias en la Valencia del Norte". Para León, "resulta alarmante que Mercedes Fernández reconozca que exigió dimisiones que no se han producido" y pronosticó que "de no resolverse esta situación, el actual socio presupuestario del PSOE puede terminar siendo regido por una gestora". Ana Taboada, vicealcaldesa de Oviedo por Somos (marca de Podemos en las elecciones municipales), señaló que la presidenta regional del PP "tiene la llave no para pedir dimisiones sino para que Caunedo ofrezca explicaciones suficientes de los motivos y del dinero de sus viajes". A juicio de Taboada, el exalcalde popular "no puede permanecer en el Pleno del Ayuntamiento tras haber dado garantías poco acreditadas de viajes tan costosos".

Gaspar Llamazares, de IU, apuntó también a la presidenta del PP como objetivo de su crítica política: "las responsabilidades políticas deben ser previas a las judiciales y aquí la exigencia de responsabilidad política por parte de Mercedes Fernández es inexistente. Ella no es la madre abadesa del partido, es su presidenta y no recomienda las dimisiones, destituye". Según Llamazares, si la juez la ha citado a declarar es porque "el nivel de colaboración con la justicia resulta manifiestamente mejorable".

Nicanor García, de Ciudadanos, también urgió la adopción de decisiones: "es evidente que el PP asturiano está inmerso en una trama de corrupción, que afecta a tres de sus dirigentes en los concejos más importantes de la región, Oviedo, Gijón y Avilés. Deben tomar medidas si no quieren que la corrupción manche la imagen del partido". Unas palabras a las que dio réplica Luis Venta, el "número dos" popular, que recordó el pasado del ahora portavoz de Ciudadanos "como asesor de Riopedre, uno de los principales implicados del 'caso Marea'".

Cristina Coto, presidenta de Foro, se limitó a recalcar que su partido cree en la división de poderes y eludió hacer valoraciones sobre la citación de la presidenta popular para declarar como testigo, el próximo mes, en Lugo. "Foro no se injiere en procesos judiciales (...) No creo que los partidos deban entorpecer las acciones judiciales", afirmó la dirigente forista, que aseguró que su partido siempre ha seguido esa conducta ante casos que afectaban a otras formaciones políticas.

El PSOE fue el único partido de la región que optó ayer por el silencio. Ni la Federación Socialista Asturiana (FSA) ni su grupo parlamentario realizaron pronunciamiento o valoración alguna acerca de la declaración judicial , en calidad de testigo, de Mercedes Fernández ni sobre las manifestaciones que realizó la presidenta de los populares.