Fue una entrada seria la de Caunedo en los Juzgados de Lugo, acompañado de su esposa, de tres concejales del grupo popular en el Ayuntamiento de Oviedo -Covadonga Díaz, Belén Fernández y Gerardo Antuña-, el senador Mario Arias y por supuesto su abogado, Pelayo Fernández Mijares. Entró con gesto preocupado, sabedor del trance al que se enfrentaba. Cuando salió, estaba más relajado, aunque aún lívido tras el combate que acababa de mantener. "Salgo muy satisfecho", aseguró. Hizo alusión a "los amigos" que le acompañaban en ese momento tan duro, propiciado sin embargo por los apuntes de otro amigo. "Unos compensan a los otros", bromeó. "He venido a colaborar con la Justicia, he prestado declaración y he contestado a todas las preguntas que me han sido formuladas", señaló, aunque no hizo mención a que no quiso responder a las que le realizaron los letrados del Observatorio Ciudadano Anticorrupción de Asturias, Luis Arias y Gemma Arbesú, a quienes les hubiera gustado que respondiese a preguntas relacionadas con su exmujer, Isabel Pérez Espinosa, AcuaNorte y Aquagest. Solo lo hizo a preguntas del letrado Ignacio Álvarez Buylla, letrado de Manuel Pecharromán, para resaltar que éste no había tenido influencia alguna en el Gobierno local. "La historia está ahí, el PP nunca tuvo opciones de Gobierno en Gijón", señaló Caunedo. El exalcalde se despidió indicando cuáles serán sus próximos movimientos: "Ahora me voy a dedicar de nuevo a defender los intereses de Oviedo, que es lo importante"