El protocolo de la Dirección General de Salud Pública no contempla ninguna medida extraordinaria ante posibles contagios en el Principado del virus Zika. La Administración regional prevé que los centros de salud sólo consideren sospechosos a aquellos pacientes que presenten los síntomas de la enfermedad (fiebre, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de articulaciones, erupciones cutáneas) y que, además, hayan residido o visitado países afectados por el virus, principalmente de América Latina.

Por el momento, el Principado aún no tiene confirmación de si los cinco casos sospechosos de infección por el virus Zika, todos de pacientes que la habrían contraído en sus viajes a Latinoamérica, efectivamente lo son. Para las autoridades sanitarias siguen siendo "casos probables que requieren confirmación diagnóstica a través del laboratorio de referencia del Centro Nacional de Microbiología". Los cinco afectados por la sospecha, tres adultos y dos niños, tienen una situación clínica normal "que no requiere de ningún control de riesgos, más allá de haberles dado alguna recomendación para que se protejan contra la picadura de mosquitos, cosa que en esta época es altamente improbable", indicó Antonio Molejón, director general de Salud Pública.

Para Molejón la situación en Asturias está "dentro del control más absoluto porque el riesgo de transmisión de Zika en nuestro medio es extraordinariamente baja". Recordó que para que se dé la enfermedad tiene que estar presente el vector que ejerce de colaborador activo en la transmisión, en este caso el mosquito de la familia "Aedes": "No tenemos constancia de que esté presente en Asturias", dijo.

Respecto a la opinión que le merecen medidas como la anunciada por Francia, de restringir la donación de sangre de las personas que viajen a zona de riesgo, Molejón indicó que "es algo que se tendrá que valorar en las próximas reuniones de los responsables de salud pública de todas las comunidades con el Ministerio. Realmente, en el caso de la enfermedad por virus de Zika estamos hablando de que el periodo en que el virus está presente en la sangre, que es el tiempo en que puede ser susceptible de transmitirse a otras personas siempre con mediación de otro vector, es extraordinariamente corto, de entre 3 y 5 días, lo que restringe mucho la capacidad de transmisión del virus".

Similar a una gripe

Para Molejón "hay que tener más evidencias" y más certezas en torno al virus para ver cómo afrontar medidas preventivas contra la propagación. El director de Salud Pública recordó, para tranquilidad de la ciudadanía, que "en condiciones normales la inmensa mayoría de personas que sufren la infección por el virus no tienen sintomatología, o si la tienen es una clínica similar a una gripe y no demasiado fuerte. Además, en la mayoría de los casos se resuelve de manera espontánea. Así que el problema real se restringe a la posible relación que hay de la infección en embarazadas y una generación de malformaciones en el feto, que es algo que se sospecha pero no está confirmado".