Los pactos de naturaleza económica entre el Gobierno central y una autonomía deben abordarse en el marco del sistema de financiación en el que participan todas las comunidades. El previsible principio de acuerdo de Pedro Sánchez con Compromís para la investidura, que incluiría puntos de naturaleza económica entre el Estado y la Comunidad de Valencia, no altera el discurso del presidente del Principado, Javier Fernández, sobre esta materia.

El dirigente asturiano, miembro del comité federal del PSOE, no pone reparos a que Pedro Sánchez hable con sus interlocutores de Compromís o de cualquier otra formación acerca de cuestiones que afectan a la financiación de sus respectivos territorios pero sostiene que, posteriormente, deben debatirse y someterse en el marco del sistema de financiación o lo que es lo mismo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que participan todas las autonomías.

Aunque existe una cortina de silencio oficial sobre las negociaciones mantenidas en los últimos días y semanas por el PSOE con los cuatro diputados valencianos de Compromís para lograr su apoyo en la votación de investidura del próximo 2 de marzo, las filtraciones hablan del entendimiento para que El Estado asuma la llamada "deuda histórica" de Valencia, cifrada en 15.000 millones de euros, una cifra similar a buena parte de la financiación recibida por esa autonomía dentro del Fondo de Liquidez (FLA), que garantizó recursos a las comunidades autónomas en un momento en que los mercados habían cerrado "el grifo" de un dinero indispensable para hacer frente a los pagos de los servicios básicos, como la sanidad y la educación.

"¿Deuda histórica?, ¿Qué mala pagadora es España, verdad?", ironizó Javier Fernández ayer, durante un acto en una piscifactoría de Pravia. "Todo debe tratarse en el marco de la negociación autonómica. Hay la necesidad de que haya un nuevo sistema de financiación y cuando llegue ese momento voy a defender los intereses de Asturias", advirtió el presidente del Principado.

"Cuando ese asunto esté encima de la mesa entonces me pronunciaré", abundó un Javier Fernández, especialmente cauteloso de que sus palabras no suenen a un mensaje de líneas rojas que cercenen la capacidad de maniobra negociadora de Pedro Sánchez más allá del documento marco aprobado semanas atrás por el comité federal del PSOE, en el que están presentes los principales barones territoriales del partido. Javier Fernández evitó entrar en otra clase de especulaciones sobre las negociaciones que Pedro Sánchez mantiene para su investidura con otras fuerzas del atomizado arco parlamentario, si bien reconoció que la celebración de otros comicios no es un escenario positivo para el país. "Unas elecciones anticipadas no serían nada buenas", afirmó Fernández.