Una cuenta de Twitter con el nombre @lanevaespana, y utilizando el mismo logotipo que el de LA NUEVA ESPAÑA en su página de esta red social, anunció la noche del pasado domingo la muerte de Gaspar Llamazares, diputado regional de IU y excoordinador nacional de la coalición. El propio político se hizo eco de esta falsa información y pidió la retirada de la publicación, que sólo estuvo visible durante una hora. "Acabo de enterarme de un hecho repentino que, al parecer, me afecta. Es falso y me alegro", escribió, reservándose posibles acciones judiciales. LA NUEVA ESPAÑA también puso los hechos en conocimiento de las autoridades, para buscar y castigar a los culpables.

Numerosos seguidores del político en Twitter denunciaron el hecho, dejando constancia desde el primer momento de que @lanevaespana era una cuenta totalmente falsa y ajena a este periódico, que había sobrepasado todo límite moral publicando esas informaciones, haciéndose pasar, además, por un medio de comunicación. La cuenta de los falsos autores omitía una "u" de la original de LA NUEVA ESPAÑA (@lanevaespana la falsa y @lanuevaespana, la verdadera), pero jugaba al equívoco por lo difícil que resulta discernir el engaño en una lectura rápida.

En la madrugada del lunes, la cuenta fue borrada de Twitter por suplantación de identidad y por las falsedades que contenía.

En los últimos años han aparecido en Twitter diferentes cuentas falsas que han tratado de suplantar la identidad de este periódico copiando el logo que se utiliza o poniendo nombres prácticamente parecidos ("La Nueva Engaña" ha sido el más recurrente). En todas las ocasiones se ha procedido a denunciar estas cuentas debido a que sus publicaciones pueden ser perjudiciales, tanto para numerosos personajes públicos a los que se nombra como para la imagen del propio periódico. En algunos casos, esta red social si eliminó dichas cuentas falsas. Sin embargo, la ´Política de cuentas de parodias comentarios y admiradores de Twitter´ permite la existencia de esos enlaces si cumplen dos requisitos: uno, que el autor deje clara su falsedad, espeficando que se trata de una parodia y no propiciando posibles confusiones entre su audiencia objetiva. Y dos, que el nombre de la cuenta no sea exactamente igual a la del sujeto que le sirve de referente, añadiendo alguna otra palabra indicadora que permita constatar de inmediato su carácter de parodia.

Días atrás, el concejal de IU de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos. Rivi, también se vio implicado en un asunto parecido. Otra cuenta que simulaba ser LA NUEVA ESPAÑA asegura que el edil había afirmado en una rueda de prensa que en los conciertos del próximo San Mateo habría una zona acotada para fumar marihuana. El propio Sánchez Ramos fue víctima de la mentira, y llamó a este periódico para pedir explicaciones hasta que cayó en la cuenta de que todo estaba inventado desde un perfil falso.