Podemos exige que el ex presidente del Principado Vicente Álvarez Areces y la consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, asuman sus responsabilidades políticas tras la sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre la regasificadora.

El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que declaró en 2013 que la regasificadora del puerto de El Musel, de gijón, se construyó vulnerando la ley.

El fallo del Supremo desestima el recurso de casación presentado por Enagás y la Administración General del Estado contra la sentencia dictada por el alto tribunal madrileño, que anulaba la autorización para la construcción de la regasificadora del puerto gijonés debido a que incumplía la normativa que prohibía este tipo de instalaciones a menos de 2.000 metros de zonas habitadas.

"No entendemos quién en la FSA-PSOE es capaz de defender la gestión de una consejera que con sus decisiones está perjudicando a los asturianos", subraya en un comunicado Podemos.

Indica que dicha sentencia del Supremo, del pasado 29 de febrero "refleja los despropósitos y sin sentidos del gobierno socialista para con Asturias".

Podemos exige que se deben asumir responsabilidades políticas por "un nuevo despropósito" y recuerda que Areces, ahora senador, era l máximo responsable político de Asturias y que Fernández ocupaba en 2004 una viceconsejería del área.

Entiende que con éste, "son demasiados ya los despropósitos que se acumulan" en torno a la gestión de Belén Fernández por lo que indica que "la situación es lo suficientemente grave como para no seguir manteniéndola en su cargo".

Critica que el PSOE sea "capaz de defender la gestión de una consejera que, con sus decisiones está perjudicando por un lado, la salud de las y los asturianos y, por otro, a las arcas públicas"

"El proyecto de la regasificadora nunca había estado en los documentos de Planificación de los sectores de electricidad y gas. Fue una decisión política totalmente injustificada, un pacto Areces-Zapatero, la que introdujo en la planificación la planta de Gijón, curiosamente la misma modificación que permitió la instalación del almacén geológico Castor, con todos los efectos, especialmente económicos, que todos conocemos", asevera.