La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) cifra en 346.051 euros el valor de lo defraudado por José Ángel Fernández Villa entre los años 1989 y 2014, según un informe remitido al Juzgado de instrucción número 2 de Oviedo, que instruye la querella presentada por el SOMA contra su antiguo líder por apropiación indebida. De ellos, 243.462 euros se corresponderían con las dietas del comité intercentros que Hunosa pagaba nominalmente al sindicalista y que se encargaba de retirar de una entidad de Cajastur en Langreo, la secretaria personal de Villa, Carmen Blanco, que luego le entregaba el dinero a su jefe en un sobre, como así corroboró ayer la secretaria ante la juez del caso, Simonet Quelle Coto. El resto de dinero, poco más de 102.000 euros, según la UCO, correspondería a un uso fraudulento de las cuentas del SOMA, que no eran fiscalizadas por el sindicato UGT en Asturias o Madrid.

Sin embargo, no son las únicas cantidades defraudadas, según la UCO. El informe se refiere a otros 297.594,98 euros que habría transferido Hunosa al SOMA también por los gastos de los miembros del comité intercentros y que "no se habrían utilizado en el pago de las dietas". Y es que ese dinero se pagaba con cargo a una cuenta distinta, ésta nombre del SOMA-FIA-UGT, y sí controlada por la dirección regional y estatal del sindicato.

La UCO concluye que Fernández Villa aprovechó la opacidad del sindicato SOMA-UGT, sin actividad desde 1994, para "lucrarse", y que una prueba de ello es la petición de "discreción" a su secretaria a la hora de cobrar el dinero de los cheques.

Nueve millones

El informe de la UCO hace referencia al flujo incesante de fondos de Hunosa al sindicato. Hasta nueve millones y medio de euros se habrían pagado por la empresa minera al SOMA en concepto de afiliaciones previamente detraidas del sueldo de los trabajadores afiliados al sindicato, a razón de unos 60.000 euros mensuales, entre 1989 y 2014.