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En corto y por derecho

Wenceslao, Agustín, Antuña

El lapsus del alcalde de Oviedo, que tenía la cabeza en otro tiempo

Francisco Wenceslao López Martínez, alcalde físico de Oviedo, es un hombre de la España de la Transición y del 78 que denuesta Podemos aunque haya alcanzado el cargo con el apoyo de Somos y de Ana Taboada Coma, alcaldesa moral de la ciudad.

Y se le escapa el viejo espíritu del 78 cuando llama "Agustín Antuña" a Gerardo Antuña Peñalosa, portarreloj y portavoz adjunto del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Oviedo. Fue en el Pleno en el que volvió a lucir Agustín Iglesias Caunedo, portavoz principal absentista, y es verdad que Wenceslao se encontró con un Agustín, por un lado y un Antuña, por el otro, pero sobre todo tenía en la cabeza el recuerdo de Agustín José Antuña Alonso, que fue presidente de la Diputación Provincial de Oviedo y cabeza de lista al Ayuntamiento de Gijón por la UCD desde 1979 hasta 1983.

También fue el primer presidente provisional de la Junta General del Principado cuando desapareció la Diputación de Oviedo, pero cuando desapareció-desapareció, no cuando desapareció del discurso de investidura de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, candidato socialista a formar Gobierno.

Agustín Antuña, que nació en La Felguera en 1927 y murió en Gijón en 2012, fue decano del Colegio de Abogados de Gijón, consejero del Consejo General de la Abogacía, vicepresidente de la Cámara de la Propiedad Urbana de Gijón, patrono-fundador de la Fundación Príncipe de Asturias, Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort y otros cargos y galardones.

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