Pablo Rodríguez, un referente en redes y tecnología digital, "Asturiano del mes" de enero

Pablo Rodríguez conquistó en 2015 dos galardones internacionales de primer nivel: el del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEE, por sus siglas en inglés) y el de la Asociación de Ingenieros Informáticos. Es el primer español que logra, en el mismo año, ambas distinciones, las principales en el campo de la ciencia y la ingeniería, respectivamente, en los Estados Unidos. Telefónica hizo públicos los dos reconocimientos el pasado mes de enero.

Ahora mismo dirige un centro de Investigación de Telefónica con sede en Barcelona, el más importante de la compañía, que actúa como observatorio de los adelantos de última generación en torno al mundo digital para luego trasladarlos a la empresa. La innovación es creación más comercialización es uno de sus lemas.

Este asturiano se hizo ingeniero de Telecomunicaciones entre la Universidad de Navarra y el King's College de Londres. Se doctoró en Suiza, se fue para los Estados Unidos y trabajó en Silicon Valley. Es sólo una muestra de un currículum deslumbrante que se inició con apenas 14 años en La Felguera. "Mis padres me regalaron un pequeño ordenador y empecé a asistir a un club de desarrolladores de videojuegos que había por la zona".

Una revolución

Ahí empezó todo, "tirando de casetes y prestándonos juegos" que ahora nos parecerían de la época de los dinosaurios. Pero el mundo había comenzado a girar a una velocidad hasta entonces desconocida. "Mi director de tesis en Suiza me recordaba que hace justamente ahora veinte años yo le anunciaba la aparición de una nueva herramienta que se llamaba Google y que en aquel momento casi nadie conocía".

"Estamos ante una revolución sin precedentes que ha transformado nuestra vida y que seguirá haciéndolo. El reto está en acercar las redes a los más desfavorecidos y reducir las brechas digitales", asegura Pablo Rodríguez, quien tiene despacho en Barcelona y radio de acción planetario.

"El valor hay que convertirlo en negocio". Pablo Rodríguez entiende ese concepto, el valor, como "formación, talento y maneras de hacer". Apostar por la tecnología es una forma -dice- de asegurarse el futuro. Y mejor mirar esa tecnología sin prejuicios ni miedos. "La Historia nos demuestra que los avances tecnológicos nos han hecho la vida más fácil, y que la mejor combinación es la formada por el hombre y la máquina. Habrá problemas que las máquinas nunca llegarán a solucionar, problemas que tienen que ver con la vida. Las máquinas calculan, pero no imaginan. La creatividad humana es otra cosa".

La mejor forma de afrontar esos retos tecnológicos "es estar preparados para lo que nos venga. Cuanta más formación, mejor será nuestro mundo".