La Agencia Tributaria está realizando requerimientos del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) a cientos de empleados públicos por un error del Principado en la elaboración de los certificados de ingresos y retenciones. La Administración regional llevaría años realizando mal esas retenciones y Hacienda ha iniciado ahora las reclamaciones de abonos desde 2011, que en algún caso llegan a los 400 euros anuales, según aseguró a este periódico una portavoz del sindicato CSIF. Aunque las primeras reclamaciones de la Agencia Tributaria son recientes, podrían llegar a afectar a gran parte de la plantilla que recibe dinero para la adquisición para vestuario o materiales relacionados con su profesión.
El origen de los requerimientos está relacionado con los abonos que el Principado realiza de manera periódica y regular al personal que precisa una indumentaria especial para su ocupación. "Se trata de rentas no dinerarias que deben computar para la declaración del IRPF pero que no figuraban en las certificaciones del Principado", argumenta María San José, presidenta del sector autonómico del sindicato CSIF. Las primeros requerimientos de la Agencia Tributaria han tenido como objetivo la plantilla de la OSPA, que percibe cantidades adicionales a la nómina para abonos del vestuario y del mantenimiento de los instrumentos que usan en sus conciertos. Pero según la representante sindical, hay otros colectivos de empleados del Principado en situación similar, al recibir pagos para ropa y material relacionado con su trabajo como es el caso de la Guardería Rural, las brigadas de mantenimiento y conservación de carreteras, el personal de la estación de esquí Valgrande-Pajares o la plantilla de Bomberos. "Los requerimientos se van a ir extendiendo, casi con todas seguridad a otros colectivos", afirmó María San José, que cifró en unos cinco mil, aproximadamente los empleados de la Administración regional que pueden verse afectados por este problema.
Cuatro años
Las reclamaciones de la Agencia Tributaria abarcan las declaraciones del IRPF correspondientes a los ejercicios de 2011, 2012, 2013 y 2014, es decir todas las que aún no están prescritas. En el caso de los músicos de la OSPA, la Agencia Tributaria ha reclamado pagos que rondan los 400 euros. Los trabajadores están dispuestos a cumplir con el pago de ese impuesto pero reclamarán que el Principado cargue con el importe de los intereses, que en este caso ascienden a unos 150 euros, y con las multas si finalmente la Agencia Tributaria propone una sanción por no haber liquidado correctamente el IRPF en la declaración inicial.
El sindicato CSIF ya ha mantenido una reunión con el viceconsejero de Sector Público para tratar este problema pero la respuesta de Álvaro Álvarez fue negativa, con el argumento de que la declaración del IRPF es responsabilidad de cada contribuyente. El Principado, por tanto, se niega a asumir los pagos de los recargos derivados de las incorrectas retenciones y certificados elaborados por parte de la Administración regional.
