Cascada de incidentes durante el fin de semana en la unidad terapéutica y educativa número 3 de la prisión de Asturias, una de las que no está bajo el control del equipo que puso en marcha el modelo de las UTE en los años noventa y en la que hay una veintena de internos fuera del programa, esto es, no comprometidos con el abandono de las drogas. Entre el sábado y el lunes hubo hasta ocho incidentes relacionados con las drogas, peleas por deudas, robos de sustancias entre presos, escándalos montados por reclusos con el "mono", consumo de sustancias y evidentes signos de tráfico de drogas, en un módulo en el que se presume que los presos están libres de estupefacientes. Esta situación de degradación se atribuye por personas defensoras del modelo original de las UTE al acoso que éste viene sufriendo desde hace cuatro años.
El primer incidente se produjo el sábado, con la baja de un preso, F. M. L., debido a la gran ansiedad que sufría por las amenazas e intentos de extorsión que al parecer estaba sufriendo por parte de otros reclusos fuera del programa. El preso evidenciaba unos días antes síntomas de consumo de drogas y es posible que hubiese contraído deudas.
Otro preso, F. J. G., fue sorprendido, después de comunicar con su familia, haciéndose un porro de marihuana en el patio, con toda tranquilidad. Estuvo todo el fin de semana con evidentes signos de consumo. Otro recluso fuera de programa, C. G. P., con síntomas de "mono", se subió a un banco en el patio y con grandes gritos amenazó con que, si había heroína y no se la daban, le abriría a alguien un agujero en el pecho. El preso terminó tranquilizándose por la tarde, posiblemente después de que otro recluso, que regresaba de aislamiento, y señalado como distribuidor de droga, le hubiese facilitado alguna sustancia.
El domingo llegó a la UTE-3 el recluso R. G. B., que dio positivo en cocaína y heroína. Dos internos le acorralaron en los servicios y le quitaron la droga que llevaba encima. Durante la noche, la droga fue distribuida a través del patio exterior con "carros", artilugios hechos de cuerdas para pasar droga de una celda a otra, por la ventana. Una de las "pelotas" quedó en la celda del recluso J. C. Al día siguiente fue sorprendido otro recluso, C. G. P., con la droga "empetada" -en el intestino-, que se dedicaba a distribuir.
Durante la comida del lunes, hubo una pelea entre los presos J. M. L. B y J. A. F., que terminó con el primero en aislamiento. Y se produjo un conato de pelea entre C. G. P. y J. A. G. C., en relación a asuntos de droga, que terminó con el primero trasladado al módulo 7.
