La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para la Semana Santa en Asturias tiempo inestable hasta el miércoles, y una mejoría en la temperatura y las precipitaciones según vaya transcurriendo la semana. El delegado de la Aemet en Asturias, Manuel Antonio Mora, ha explicado que la inestabilidad se debe a la entrada esta semana de una borrasca por el noroeste de Galicia que se instalará en la Península Ibérica los próximos días.

En una rueda de prensa, Mora ha abundado que la entrada de la borrasca generará un embolsamiento de aire frío e inestabilidad atmosférica generalizada en la península, lo que hará que los chubascos intermitentes y repentinos se generalicen, especialmente en Asturias.

A partir del miércoles, a pesar de la "incertidumbre notable" que provoca esta situación climatológica, se espera que la borrasca vaya remitiendo y dé paso a una mejoría de las temperaturas y un descenso de las precipitaciones. Aún así, el delegado de la Aemet ha recomendado consultar "día a día" las predicciones de cara al periodo vacacional.

LA PRIMAVERA SERÁ ALGO MÁS CÁLIDA DE LO NORMAL

De cara a la predicción estacional que la Aemet realiza periódicamente, la agencia estima que la primavera, que comenzará este domingo a las 5.30 horas de la mañana, será más cálida de lo normal en Asturias, mientras que la previsión es que las precipitaciones se mantengan en los valores habituales.

Para lo que queda de marzo, se prevé un aumento de las temperaturas y de las precipitaciones, alcanzando temperaturas suaves y sin vientos intensos.

BALANCE DEL INVIERNO

El delegado de la Aemet se ha referido también al invierno que termina este domingo, afirmando que el tiempo se ha comportado de una forma "dispar" entre los diferentes meses. Así, ha explicado que diciembre fue un mes muy seco, con menos del 20 por ciento de las precipitaciones habituales, y mucho más cálido de lo normal, con un aumento medio de 3,5 grados en la temperatura.

Enero, por su parte, también ha sido cálido y muy húmedo, llegando a registrarse temperaturas de hasta 25,5 grados en algunos puntos de la región el 24 de enero. En Oviedo, la temperatura máxima fue de 23,4 grados registrados; mientras que en Gijón la temperatura más elevada se produjo el mismo día, y ascendió hasta los 24,4 grados.

La escasez de precipitaciones en diciembre y enero se compensó con el exceso de lluvias registrado a partir de la segunda quincena de febrero, cuando se triplicó la media de precipitaciones.

En términos globales, este invierno ha sido el segundo más cálido y el quinto más lluvioso desde 1981.

En cuanto a valores extremos, el 19 de febrero se alcanzó la temperatura mínima registrada en Asturias en el puerto de Leitariegos, con 9,1 grados bajo cero. En lo referido a las precipitaciones, en Degaña se registraron más de 70 litros por metro cuadrado en 24 horas en febrero.