"La primera corrupción es la mentira". El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, cerró así el tenso intercambio de acusaciones con la bancada de Podemos que embarró el debate de ayer en la Junta a cuenta de la supuesta negociación que el Gobierno del Principado habría mantenido con las defensas de algunos de los acusados en el "caso Marea". La recriminación, a cargo del diputado de la formación morada Daniel Ripa, muchas veces planteada y otras tantas negada por el Gobierno, vivió un nuevo episodio, y subió un tono el volumen, cuando Ripa exhibió la fotografía, publicada el pasado por LA NUEVA ESPAÑA, de una reunión que el expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces mantuvo con su exconsejero y principal imputado en "Marea" José Luis Iglesias Riopedre en una cafetería de Gijón.

"¿Qué me cuenta de esta foto?", preguntó Ripa a Martínez. "¿Era un aviso a navegantes, algo así como 'la familia nunca olvida'? ¿O simplemente les pillaron conversando sobre los pormenores del caso y cómo la FSA podía intervenir?" "Creemos que su partido debería pedirle a Areces explicaciones inmediatas o que devuelva su acta de senador", finalizó Ripa, para quien el Gobierno socialista "era de izquierdas pero robaba con la mano derecha". "La Gürtel asturiana no se puede cerrar en falso", advirtió.

Podemos, que también escenificó su distancia sideral con el PSOE respecto a la corrupción en una pregunta al Gobierno sobre el "caso Kaype", que tiene imputada a la exalcaldesa de Llanes y diputada socialista Dolores Álvarez Campillo, se llevó del intercambio de golpes aquella acusación de mentir y alguno más. El de ayer fue, dijo Martínez un capítulo más de "los cinco minutos de basura que trae a cada pleno". "Usted no es de fiar", acusó a Ripa justo antes de exigirle "el más mínimo indicio de que el Principado haya mantenido reuniones" con los acusados. Lo único que hicieron fue, dijo, acudir a una reunión en las que se pretendía una rebaja de peticiones de pena para los encausados que el Gobierno rechazó por "inasumible".