Con la oposición de Foro y la abstención del PP, la Junta General del Principado se adhirió ayer a la condena de la sublevación militar de 1936 y del régimen dictatorial que la sucedió y se comprometió a buscar los modos de resarcir del daño causado a las víctimas del franquismo. Haciendo caso a una propuesta conjunta de IU y Podemos que no encontró asentimientos a la derecha, la cámara acordó hacer lo posible por garantizar a los represaliados la restitución de los derechos "a la justicia efectiva y a una reparación digna". Delante de algunos de ellos, que escuchaban desde la tribuna de oradores, el parlamento asturiano manifestó su apoyo a la querella por delitos de genocidio y lesa humanidad iniciada en un juzgado de Buenos Aires.

Carmen Fernández defendió el voto en contra de Foro argumentando que "o se condenan todas las dictaduras o no se condena ninguna" y mencionando Venezuela, Cuba, Irán o Corea del Norte. Desde la bancada popular, Pedro de Rueda transitó por la misma senda, haciendo ver que los crímenes franquistas no preocupan a los ciudadanos y que los proponentes "tienen un problema con el tiempo o con el espacio". El debate, dijo, habría tenido sentido en 1975 "o en Venezuela, Cuba o Corea del Norte. En la España de hoy no".