José Ramón Herrero Merediz era sobrino del abogado gijonés Mariano Merediz, considerado, junto con el también letrado Dionisio Morán, uno de los pilares de la proclamación de la Segunda República en Gijón, el 14 de abril de 1931, desde el balcón de la Casa Consistorial. La familia Merediz, oriunda de Villaviciosa, militó en el republicanismo liberal de Melquíades Álvarez. Mariano Merediz fue fusilado en agosto de 1936, tras un bombardeo nacionalista.

Hijo de una hermana de éste, José Ramón Herrero fue del Frente de Juventudes y de Falange, pero por el deporte llegó a la izquierda: al Partido Comunista de los 50. "Era una persona que te deja huella. Fue valiente cuando había que serlo y teniendo a su alcance una vida mucho más cómoda, renunció a ella, se comprometió y se jugó su libertad", afirmó ayer el senador socialista Vicente Álvarez Areces.

"Cuando salió de la cárcel volvió a comprometerse, y lo hizo en momentos difíciles", recalcó Álvarez Areces, quien definió a Herrero como "un hombre muy riguroso en los procedimientos, muy crítico cuando estimaba que no se seguían los adecuados".

La relación personal y política entre Álvarez Areces y "el Mere", como era conocido Herrero, se remonta a fines de los 50, tras retornar Merediz a Gijón desde Francia, donde había trabajado en la vendimia y la construcción, y conocido a una hermana del senador y a su esposo, José Manuel Torre (Pín Torre). Herrero fue pronto detenido por la policía franquista en Gijón, tras el congreso del PCE de Praga en 1960. "Su detención fue un bombazo, era de una familia muy conocida y estaba de profesor de educación física en la Inmaculada y el Grupo Covadonga", señala. Torturado 19 días, luego fue condenado a 14 años, de los que cumplió cuatro y medio en el penal de Burgos.

Álvarez Areces destaca el episodio del Congreso de Perlora del PCA, que marcó un antes y un después. "Fue una crisis interna y Merediz se convirtió en protagonista. Cuando le negaron la palabra, salimos de allí", para no volver a las filas comunistas. Años más tarde tanto Herrero como Álvarez Areces ingresaron en el PSOE.

La crisis de Perlora trastocó los planes de los comunistas gijoneses, como recuerda Andrés Avelino Álvarez Costales, exconcejal gijonés. Herrero, dijo, "representó la lucha contra el franquismo en Asturias, pero Perlora creó muchos problemas, ya que Merediz estaba llamado a encabezar la lista del Partido en las municipales de 1979, era el cabeza de lista natural". Al final sería el propio Álvarez Costales. "Era un hombre muy importante en la vida política asturiana", concluye.

El escritor gijonés Pedro de Silva, expresidente regional socialista, también le conoció. "Herrero Merediz me inició en la política, en los primeros setenta. Me impresionó la fuerza inconmovible y serena de sus compromisos y sus argumentos, la forma en que, con gran sacrificio personal, había sabido plasmar su humanidad. Fue por tanto para mi algo más que un buen amigo. Y ha sido un inolvidable ejemplo de la mejor política de otro tiempo", indicó.

Otro expresidente socialista, Antonio Trevín, recordó sobre todo "su carácter afable y la valentía con que defendía sus convicciones, que le hacía difícil mantenerse en una formación política". El actual presidente del Principado, Javier Fernández, también mostró "reconocimiento a una figura de trayectoria en la izquierda asturiana, en una etapa muy díficil como la dictadura y luego junto al PSOE en Europa y el Senado".

El presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico, Francisco Prado Alberi, destacó que "independientemente de que el tiempo nos alejara políticamente, le consideraba un viejo amigo y fue, en la clandestinidad, el abogado laboralista de CC OO, uno de los primeros en Asturias. Fue una persona de reconocido peso político". Y recuerda: "Tras varias detenciones, teníamos miedo de que la policía llegara a una multicopista que teníamos, creo que en El Berrón, pero Merediz, con arrojo, fue con su coche y la sacó de allí".

Tras abandonar su militancia en el PSOE, Herrero Merediz se acercó, sin afiliarse, a UPyD y con la que se presentó a las municipales de 2011 en Gijón. El gijonés Armando Fernández Bartolomé, ahora diputado regional de Ciudadanos, entonces coordinador territorial de UPyD, subrayó que le parecía "un gigante. Era un hombre que conocía perfectamente la realidad social y política de Gijón y era un auténtico placer hablar con él, tenía una visión poderosa del conjunto de España".